El británico Lewis Hamilton deberá lograr el triunfo en el Gran Premio de Japón, el domingo en Suzuka, para relanzar el Mundial de Fórmula 1, ya que solo le restan cinco oportunidades frente a su compañero alemán Nico Rosberg.
Una semana después de su abandono en Malasia, a 15 vueltas de la llegada, cuando dominaba la carrera, las explicaciones pedidas por Hamilton, en caliente, no han encontrado respuesta por parte de la escudería Mercedes-AMG, en ruta hacia un tercer título mundial seguido, de pilotos y constructores.
En el comunicado de presentación de esta 17ª manga de la temporada 2016, Toto Wolff, el Team Principal, admite «que no hay explicación racional» de la ruptura brutal del motor de Hamilton.
La buena noticia, según el director técnico Paddy Lowe, es que «pese a lo ocurrido el domingo, Lewis dispone ahora del mismo número de motores que Nico (Rosberg) para los cinco últimos grandes premios, incluidos los motores usados que pueden ser utilizados durante los ensayos libres (viernes y sábado). No debería ocurrir algo parecido», espera Lowe.
Rosberg cuenta ahora con 23 puntos de ventaja sobre Hamilton en la carrera al título mundial, y el inglés buscará de nuevo en Suzuka, como en Sepang el domingo pasado, el 50 triunfo de su carrera en F1 y/o su podio número 100.
Es un circuito donde ya se ha impuesto tres veces: en 2007 con McLaren, en 2014 y 2015 con la Flecha de Plata.
Rosberg no ha ganado nunca en Japón, pero tampoco lo había hecho en Bélgica, en Italia y en Singapur, en los tres circuitos en los que ha logrado en tres semanas los 75 puntos posibles. Si se añaden los 15 del domingo por su tercer puesto en Sepang, tras su remontada fantástica desde la 21ª plaza a la que había caído tras su choque con el Ferrari de Sebastian Vettel, es el hombre en forma del momento, pero no es el único.
«Pienso de verdad que seremos más competitivos en Suzuka», dijo el australiano Daniel Ricciardo, el vencedor del Gran Premio de Malasia y piloto Red Bull. El desafío representado por su joven compañero, el holandés Max Verstappen, de 19 años, no le ha hecho perder la sonrisa.
«La llegada de Max me ha hecho progresar», explicaba Ricciardo antes resistir a Verstappen en el asfalto de Sepang en el final de la carrera.
El doblete de Red Bull, el 17º desde 2009 pero el primero desde el Gran Premio de Brasil de 2013 (Vettel-Webber), es una prueba de su madurez, además de su talento evidente desde que llegaron a la Fórmula 1.
Armado de un motor Renault revisado y corregido, evolucionado y competitivo, y de un chasis RB12 eficaz, Ricciardo espera que llueva en Suzuka, para poder contrariar un poco más los planes de Mercedes: un tercer título mundial consecutivo en los constructores de Fórmula 1, frente a Red Bull y Ferrari.
Ferrari, justamente, es la gran pregunta del momento: la Scuderia quiere cumplir sus promesas de un fin de temporada en tromba, gracias a un potencial que apenas se ha mostrado estas últimas semanas debido a una serie de errores en pista y en boxes. Un año sin victorias no es nunca el mejor modo de preparar la siguiente campaña, en Maranello o en otra parte. Y solo quedan cinco grandes premios en el calendario de 2016.
Vía Panorama/www.diariorepublica.com