Tras el histórico triunfo de la selección chilena en el último partido de la Copa América 2015, sus fanáticos celebran con gran alegría en las calles de Santiago.
La tensión de un país que se paralizó por más de 120 minutos, finalizó cuando Alexis Sanchez convirtió el cuarto penal que le daba la victoria sobre la poderosa Argentina.
El contraste entre aficiones fue evidente, los locales celebran el primer titulo de su historia, mientras los argentinos siguen con sus 22 años de sequía, y perdiendo la segunda final de manera consecutiva tras caer con Alemania en el mundial de 2014.
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