La epidemia de virus Zika que tiene en Brasil su brote más profuso, con 1,5 millones de infectados, sigue causando preocupación entre atletas y entrenadores de los países que participarán en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, a pesar de los mensajes tranquilizadores que han lanzado los responsables de la justa.
Toni Minichiello, entrenador de la campeona mundial y olímpica de heptatlón, Jessica Ennis-Hill, indicó este miércoles en entrevista al diario The Times, que pedirá un cambio del lugar de concentración del equipo británico, que tiene previsto culminar su preparación en Belo Horizonte, una de las regiones más afectadas por la plaga de mosquitos transmisores del virus.
“Los entrenadores son responsables de la salud y no desearía que un atleta vaya donde hay riesgos a largo plazo. Tenemos que intentar buscar un lugar de concentración que minimice los riesgos, para luego ir a Brasil lo más tarde posible”, indicó Minichiello, quien hablará al respecto con el director del equipo británico, Neil Black.
Sin embargo, un portavoz del Comité Nacional Olímpico Británico (BOA) respondió que “nuestros planes no cambian, ni para la preparación ni para los Juegos”.
El titular del Comité Olímpico de Kenia, el legendario campeón de México ’86 y Munich ’72 Kip Keino, dejó entrever que su país está considerando no asistir. “La salud de nuestra juventud es más importante que los Juegos”, afirmó.
La portera de la selección estadounidense de fútbol, Hope Solo, confesó que en caso de clasificar, consideraría su asistencia, pues no desea arriesgar una futura maternidad.
Sin embargo, la preocupación no parece ser compartida por su Comité Olímpico, que desmintió un pronunciamiento atribuido a sus autoridades, que dejaba a las federaciones en libertad de decidir si llevaban o no a sus atletas a Río. “El equipo estadounidense ya mira hacia los Juegos y no vamos a evitar que nuestros atletas compitan por su país si se clasifican”, indicó el portavoz del USOC, Patrick Sandusky.
La Organización Mundial de la Salud, que el 1° de febrero declaró una emergencia sanitaria internacional por el incremento de casos de microcefalia en Brasil, probablemente vinculada con el Zika, aclaró este miércoles que «la mayoría de mujeres en áreas afectadas por la enfermedad darán a luz niños normales».
Los organizadores de la cita olímpica han extremado medidas para reducir la preocupación creciente entre las delegaciones, y han cambiado incluso su plan original de no instalar aires acondicionados en la Villa Olímpica, para hacer posible que los atletas duerman con las ventanas cerradas para mayor protección.
Otros equipos, como el de Alemania, evitan caer en la alarma, aunque monitorean la situación y respetan la decisión de los atletas. “Más allá del hecho de que los atletas decidan por sí mismos y libremente si competirán o no, uno debe ahora seguir el desarrollo (del virus) con mucho cuidado», precisó el jefe del equipo médico de la delegación germana Bernd Wolfarth.
Vía Líder/www.diariorepublica.com