El Espanyol, gracias a su victoria (0-1) en el Benito Villamarín, respira en la clasificación y se aleja del descenso, a la vez deja muy tocado al Real Betis, que no acaba de arrancar esta temporada y que tiene la labor de su entrenador, el uruguayo Gustavo Poyet, criticada por la grada.
El Espanyol no hizo gran cosa, estar ordenado en la defensa y esperar una oportunidad, que llegó, para llevarse los tres puntos de una manera agónica, pues en los últimos instantes entre el portero Diego López y el palo evitaron el empate.
Vía EFE/www.diariorepublica.com