Jules Bianchi, muerto este viernes en un hospital de Niza como consecuencia del accidente que sufrió hace nueve meses y medio en el Gran Premio de Japón, era una joven promesa del automovilismo francés en la Fórmula Uno con una historia familiar muy marcada por la pasión del pilotaje.
Bianchi nació el 3 de agosto de 1989 en Niza, junto a la Italia de la que había salido su familia en los años 1950 para instalarse primero en Bélgica y luego en Francia.
Había llegado al Mundial de Fórmula Uno en 2012 como piloto de reserva con el equipo Force India, aunque fue a partir del año siguiente cuando pudo competir con la escudería rusa Marussia, creada en 2010.
En el Gran Premio de Malasia de 2013, el segundo que disputaba, consiguió la décimo tercera posición. Pero su mejor puesto fue el noveno en el Gran Premio de Mónaco en 2014 y el mejor en una parrilla el duodécimo también esa misma temporada en Silverstone, en Gran Bretaña.
Había disputado en total en Fórmula Uno 34 grandes premios -en los que consiguió dos puntos- hasta el fatal accidente de Suzuka el pasado 5 de octubre con un vehículo de asistencia.
Tras pasar por el mundo del ‘karting’, el palmarés de Bianchi creció en la Fórmula Renault 2.0 con el equipo SG Formula en 2007, en la que se llevó el título del campeón en Francia; y en las F3 Euro Series, en la que acabó la temporada en tercera posición como piloto del equipo ART Grand Prix, que también lo aupó al título en 2009.
Después de experimentar las GP2 Asia Series, Jules Bianchi compitió en 2010 y 2011 en la GP2 con el equipo Lotus ART, con el que terminó el campeonato tercero.
El presidente de la Federación Francesa de Automovilismo, Nicolas Deschaux, que había seguido la carrera de Bianchi desde el «karting», subrayó hoy que «había pasado con brillantez todas las etapas» y que era una promesa en la Fórmula Uno para Francia.
Deschaux señaló en una entrevista a la emisora «France Info que desde su llegada en 2013 a la Fórmula Uno «estaba demostrando verdaderas cualidades como piloto», como quedó en evidencia con su novena plaza en el Gran Premio de Mónaco «en condiciones extraordinarias».
El presidente de la federación también recordó la gran tradición del automovilismo en la familia de Bianchi, ya que su abuelo, Mauro, y su tío, Lucien, habían sido destacados pilotos.
Mauro Bianchi, en concreto, participó en competiciones de F3 y de resistencia, sobre todo con el equipo Alpine-Renault, y se fraguó una cierta fama en los años 1960.
Vía UN/www.diariorepublica.com