Un lunes atípico vivieron comerciantes y compradores del centro comercial Las Playitas, en Maracaibo. Por llamadas, mensajes de texto y de boca en boca corrió rápidamente el rumor entre las decenas de pasillos. «Venite para el centro, pa Las Playitas», decía un joven por teléfono mientras apresuradamente caminaba hasta el lugar.
El primer cuerpo de seguridad en presentarse en el sitio fue la Policía Municipal de Maracaibo, eran las 10.30 de la mañana. Los dueños y trabajadores de la comercializadora bajaron su santamaría para evitar que la turba de supuestos compradores ingresara al lugar. Minutos después llegaron los funcionarios del Destacamento de Seguridad Urbana de la Guardia Nacional Bolivariana.
Por horas los ciudadanos trataron de organizarse, era la única condición impuesta por los funcionarios militares y el propietario del local comercial para reiniciar la venta de los productos. No fue sino hasta las 3.00 de la tarde cuando las expectativas de las personas se vinieron al piso.
Varias listas, con la descripción de los productos y precios fueron pegadas a lo largo de la cola; la variación de los costos fue «mínima», comentaron las personas que a la final decidieron abandonar su intento de compra.
«No somos especuladores»
Uno de los dueños de almacén donde se ejecutó la venta supervisada de electrodomésticos, dijo a La Verdad que accedieron a reabrir sus puertas y revisar algunos precios por petición de la Guardia Nacional, sin embargo, el joven que prefirió reservar su identidad; reclama a las autoridades: «Deben supervisar a las grandes importadoras, nosotros no somos especuladores, nosotros nos surtimos con mercancía que compramos en bolívares porque no tenemos dólares de Cadivi».
Vía La Verdad