
Un equipo de investigadores de la Academia Manipal de Educación Superior y del Centro Regional de Biotecnología de la India ha descubierto que una vitamina puede bloquear la propagación del COVID-19 en el organismo. El nutriente en cuestión es la vitamina B12.
Para arribar a esta conclusión, los científicos realizaron un estudio a través del cual se efectuaron simulaciones informáticas, a fin de determinar qué moléculas entre los productos naturales y los medicamentos pueden inhibir la nsp12 que se encuentra en el genoma del SARS-CoV-2, responsable de la multiplicación del virus por todo el cuerpo.
De acuerdo con el trabajo, publicado en la revista IUBMB Life, se trataría de una forma especial liberación de la vitamina B12, que en el cuerpo humano adquiere la forma de metilcobalamina, la cual inhibe la multiplicación de las células virales de COVID-19.
Según los propios investigadores, todavía es necesario realizar una serie de estudios adicionales in vitro e in vivo para obtener resultados que avalen esta teoría y tenga más fuerza, pero, por el momento, sugieren que esta vitamina sea tomada en cuenta por los médicos y especialistas de la materia, a fin de implementar dosis en los pacientes que lo requieran.
“El número de pacientes que padecen COVID-19 aumenta diariamente y aproximadamente el 7% de ellos se encuentran en estado grave (…) dada la urgencia de la situación y el hecho de que la metilcobalamina ya forma parte de las formulaciones de medicamentos, los médicos pueden considerar agregar o aumentar la dosis de metilcobalamina en sus protocolos actuales de atención al paciente», sostienen los encargados del estudio.
Por supuesto, la vitamina B12 no es la única que ha sido relacionada para tratar a los pacientes con COVID-19. En Estados Unidos, discípulos del Premio Nobel de Química, Linus Pauling, han defendido el papel de las vitaminas C y D en la lucha contra el virus.
La vitamina C está asociada a la formación de material intercelular, y cuya labor es estabilizar las células y tejidos corporales. De igual modo, participa en la formación de anticuerpos que nos ayudan a combatir virus y bacterias. Si no tenemos suficiente ácido ascórbico, seremos propensos a enfermarnos con mayor facilidad.
Por su parte, la vitamina D contribuye a la regulación de la inmunidad y a la menor frecuencia de enfermedades autoinmunes (tipo esclerosis múltiple), reducción de la probabilidad de infección por el virus Influenza A.
Los especialistas refieren que la mayoría de personas no ingieren las cantidades recomendadas de estos nutrientes. Por ende, su resistencia a las infecciones se vería reducida y, en consecuencia, se reporta un aumento en la enfermedad y cargas adicionales que conlleva este incremento.
Diversas investigaciones han dado cuenta de la deficiencia de la vitamina D. Por ejemplo, en México la ingesta diaria sugerida de vitamina D es de 5.6 µg/día (224 UI), que resulta mucho menor a las recomendaciones en los Estados Unidos y Europa (entre 400 y 1,000 UI).