Forcejeó con ellos. Eran tres y todos estaban armados. El plan de los criminales era llevarse secuestrados a los dos ocupantes del Toyota Corolla que, el lunes en la noche, descendía de lo alto de la urbanización La Castellana, por la avenida Mohedano, en Caracas.
El carro era tripulado por Eduardo Fernández, “El Tigre” —dirigente político, director del Ifedec, de 76 años—, excandidato presidencial en 1988. Lo acompañaba su esposa, Marisabel Calvani. Una camioneta les cortó el paso.
El Ministerio Público designó a la fiscal 64 de Caracas, Irina Núñez, para investigar las agresiones y el robo.
“Era una camioneta negra”, contó, ayer, su hijo, el también dirigente político Pedro Pablo Fernández. “Descendieron y mi papá los enfrentó, forcejeó con ellos. Querían secuestrarlos”, cuenta.
Del atraco se enteró la opinión pública el martes, en la noche, cuando Fernández asistió, con hematomas en su rostro, al 54 aniversario del Ifedec. “Nos ocupamos, en el momento, de la salud de mi papá y de lo legal”, apunta el hijo, aún preocupado.
“Quizá más angustiado de lo que ellos mismos estuvieron. Ellos están, afortunadamente, tranquilos. Los hijos le reclamamos a papá que cómo se le ocurría enfrentarse a tres tipos armados”, narró el exdiputado a la Asamblea Nacional.
“Uno de los hampones me reconoció”, contó el propio Eduardo en la sede del Ifedec, “y por eso nos dejaron ir”. Sin embargo, aunque Marisabel salió ilesa, Eduardo “presentó fractura en el tabique nasal”.
Se llevaron el Toyota Corolla. “Mi papá no tiene escoltas ni chofer. Conduce su carro, igual que mi mamá, que conserva un Volksvagen Escarabajo de 1968. En esa calle donde viven se han registrado múltiples delitos, incluso un doble homicidio el año pasado”, agregó Pedro Pablo.
Retrocediendo a alta velocidad, los delincuentes chocaron el carro. “Lo abandonaron unas cuatro cuadras más allá de donde los bajaron del vehículo, y lo recuperó la Policía de Chacao. Lo dejaron porque en el choque quedó afectado, la carrocería pega de los cauchos y no puede circular así”, indicó el hijo.
Sobre la atención de Polichacao, el alcalde de ese municipio, Ramón Muchacho, tuiteó que “Eduardo estuvo ayer en Polichacao formalizando la denuncia e iniciando los trámites para recuperar su vehículo”, escribió el alcalde.
Luego del susto, de la atención médica y del proceso legal, Pedro Pablo Fernández reflexionó sobre la inseguridad que vive el país. “Es un problema que nos afecta a todos, y estamos metidos en una confrontación política permanente que no nos deja solucionar nada”, explicó.
Pedro Pablo considera que “atender los altos índices de criminalidad e inseguridad debe convertirse en una prioridad nacional”, puntualizó.
Ya el hampa los había ‘visitado’ en su casa, el año pasado. Un problema nacional que parece no dejar por fuera a ninguna familia venezolana.
Vía Panorama/www.diariorepublica.com