A dos venezolanos detuvo, el pasado lunes, la Policía Nacional de Panamá, por comandar una banda dedicada a la trata de mujeres en la capital de ese país centroamericano.
Los venezolanos son Kimara Consolación Chirinos y Ángel Antonio Balaguera, ambos residenciados en el Táchira y que mantienen una relación de pareja. Los otros dos son brasileños.
En dos viviendas estaban repartidas 13 mujeres, 11 venezolanas y dos colombianas, de entre 18 y 24 años, que estaban siendo obligadas a “explotarse” en un “local comercial” de Panamá.
“La Procuraduría General de la Nación, a través de la Fiscalía Especializada Contra la Delincuencia Organizada, a cargo del fiscal Nahaniel Murgas, en coordinación con sus colaboradores y autoridades de la Policía Nacional, específicamente la Sección de Asuntos Externos y Extranjería, realizaron el fin de semana diversas diligencias en la capital para lograr identificar una organización criminal dedicada al delito de trata de personas”, reza un comunicado del Ministerio Público panameño hecho público este miércoles.
Las víctimas eran obligadas a prostituirse. “Las engañaban, tanto en Venezuela como en Colombia, y las llevaban a Panamá”. “Durante las diligencias se ubicaron dos residencias utilizadas para albergue de las víctimas”, indica el comunicado de la procuraduría.
También se precisó la ubicación el local comercial, “un bar donde llevaban a estas mujeres a explotarse”, reveló bajo el anonimato un funcionario de la Policía Nacional de Panamá. El sitio no fue revelado por la policía.
La Fiscalía Especializada Contra la Delincuencia Organizada detalló que el delito por el que están señalados es el de Trata de mujeres, “un delito contra la humanidad”, indica la nota de prensa.
Los primeros reportes de inteligencia indican que Balaguera estaba preparando un nuevo envío de mujeres para trabajar en la ciudad de Panamá. En ese país ha crecido la cifra de la colonia de venezolanos emigrantes en los últimos cinco años.
Redacción www.diariorepublica.com