Xenia Ignatyeva, de 17 años, murió tras caer de un puente de nueve metros de altura cuando intentaba capturar un autorretrato, la nueva moda fotográfica llama “selfies”.
Cuando perdió el equilibrio, Xenia trató detenerse tomando un cable que la electrocutó. De acuerdo al portal Publimetro.com, la joven estaba viva cuando tocó el piso.
Miembros de la policía recibieron una llamada anónima que reportó que había adolescentes jugando en el puente. Lamentablemente, los oficiales llegaron demasiado tarde.
La obsesión por los selfies ha sido catalogada como un desorden mental, también ha sido señalada como la responsable de un incremento en la cantidad de cirugías plásticas y ahora ha sido culpada por la muerte de una adolescente.
Los selfies desde las alturas se han convertido en un pasatiempo de la juventud de Rusia. De hecho uno de los jóvenes más populares por tomarse selfies extremos en Rusia es Kirill Oreshkin.
Vía Versión Final
www.diariorepublica.com