
Uno de los hechos más desesperantes que puede sucederle a unos padres es encontrar muerto a su hijo en la cuna de forma repentina e inesperada; y no saber que ocurrió, a este evento se le conoce como el “Síndrome de Muerte súbita del Lactante” (SMSL ò SDIS) o también conocido como “muerte en la cuna”.
Es considerado la tercera causa de muerte globalmente en la infancia y se produce en el niño de menos de un año de edad, el cual muere súbitamente, aparentemente durante el sueño y que permanece sin explicación después de haberle realizado una minuciosa investigación postmortem, que incluye la práctica de la autopsia, examen del lugar del fallecimiento y revisión de la historia clínica del niño y la familia.
Dependiendo del país las cifras de presentación varían, actualmente oscila entre 0,2 – 0,8 por 1000 nacidos vivos y estas cifras se han reducido gracias a las campañas de concientización, con mayor incidencia entre los 2 – 4 meses de nacido y el sexo masculino es el más afectado.
La causa exacta de por qué se produce es desconocida, pero se plantea diversas teorías y un origen es multifactorial, la más destacada es la propuesta del “triple riesgo” caracterizada por:
- En primer lugar, Vulnerabilidad intrínseca del bebé debida a factores biológicos (prematuridad, mal control del embarazo, exposición prenatal al tabaco y el alcohol, canalopatías).
- En segundo lugar, Período crítico entre los 2 y 6 meses de edad (período en el cual el control homeostático del cuerpo aún no ha madurado totalmente).
- Y por último, Estresor posnatal exógeno que desencadena el episodio (dormir boca abajo, colecho, colchón blando, cabeza cubierta, sobrecalentamiento).
- Estos factores en su conjunto conllevan una mayor susceptibilidad, aumentando así el riesgo de que se produzca la muerte.
Es difícil precisar que niños pueden presentarlo de los que no, pero se han descrito eventos con aparente amenazas para la vida de los que debemos estar alerta como lo son: el cambio brusco e inesperado del comportamiento del lactante, pueden acontecer durante el sueño, la vigilia o la alimentación. Con frecuencia se describe una combinación de apnea, cambio de color (cianosis o palidez, ocasionalmente rubicundez), importante modificación del tono muscular (hipotonía o rigidez) ocasional ahogos y arqueadas.
Lo más importante es el impacto para la familia la cual requiere de apoyo psicológico.
Nuestro deber es prevenir y la mejor forma es educando sobre SMSL siguiendo las recomendaciones pautadas por la Academia Americana de Pediatría (AAP):
- Promover la posición supina (boca arriba) durante el sueño de los lactantes.
- Evitar posiciones prona (boca abajo) y decúbito lateral (de lado).
- Evitar que los lactantes duermen sobre superficies blandas.
- Evitar elementos blandos como peluches, cobertores y similares en la cuna del lactante.
- Suspender el tabaquismo pre y postnatal.
- Sugerir que los lactantes duerman cerca (en una cuna) pero no con los padres en la misma cama.
- No sobreabrigar durante el sueño.
Dra. Gabriela Zambrano
Médico Cirujano (UNEFM) Pediatra Puericultor (UCV) Neurólogo Infantil (HUC-Ccs)
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