
La vicepostulación de la Causa de Beatificación del doctor José Gregorio Hernández no cesa en su búsqueda de un milagro para lograr ante el Vaticano la beatificación del médico trujillano que desde hace más de cien años es considerado un santo por su mediación ante Dios para lograr sanaciones a enfermedades incurables.
Monseñor Fernando Castro, obispo auxiliar de Caracas, lleva tres años al frente de la causa de beatificación. Está optimista y presiente que podrían alcanzar la meta con el cumplimiento de los tres objetivos principales de la comisión: 1) mostrar la persona de José Gregorio Hernández como modelo de médico de los pobres y cristiano ejemplar, 2) clamor de oración en todo el país y 3) recoger el mayor número de testimonios.
Ese mismo presentimiento lo tienen María Ruiz, de La Pastora, y Silvina Goya, de Candelaria. Se confesaron fervientes devotas de un ser humano que dedicó su vida a ayudar a los más necesitados. Ellas se preguntan por qué, si medio país lo venera, si él está en los corazones de todos, no ha recibido la gracia de la beatificación: “¿Influye el que ha sido usado para brujería y hechicería? ¿Tendrá que ver el que no sea un representante de la Iglesia católica?”.
Mientras no sea beato ni santo, los venezolanos no tienen permiso para rendirle culto público y universal a José Gregorio Hernández, no se le puede asignar una fiesta litúrgica y tampoco pueden dedicarles iglesias, capillas o altares.
La veneración es privada, la gente carga las estampas en sus carteras, las pone en los altares de sus hogares y en las paredes de las habitaciones de los hospitales. Hasta en unidades de transporte público puede apreciarse la imagen del rostro del santo. Es una manera de expresar agradecimiento por favores concedidos o de manifestar una creencia recibida de generaciones pasadas.
No hay trabas. Monseñor Castro aseguró que la utilización de la imagen del doctor Hernández en santería y demás manifestaciones supersticiosas no afecta la causa: “Una vez declarada la fama de santidad el 16 de enero de 1986, el paso más importante se ha dado”.
Castro recordó que, en 1986 y en 2009, se presentaron a la Congregación para las Causas de los Santos dos presuntos milagros que no pasaron la prueba por no cumplir los requisitos exigidos. No quiso referirse a los testimonios recibidos este año. Aseguró que los evalúan todos en profundidad.
El día 23 de enero, representantes de la Conferencia Episcopal Venezolana indicaron que durante 2013 recibieron unos 260 testimonios que fueron analizados, pero hasta ahora no han conseguido ningún caso en el cual puedan asegurar que la curación fue milagrosa, definitiva e inexplicable médicamente.
¡A testimoniar! En una pequeña oficina al lado de la iglesia Nuestra Señora de la Candelaria se reciben los testimonios de fe de quienes aseguran haber sido sanados por el Médico de los Pobres. En un día pueden atender entre una y cinco personas.
La persona debe llevar por escrito y en orden cronológico su historia, enfermedad y exámenes que indiquen que la curación fue instantánea y total, y quiénes y cómo rezaron a José Gregorio Hernández.
Son tres las vías para hacer llegar los testimonios: por correo electrónico (causajosegregorio@gmail.com), ir a la iglesia Nuestra Señora de la Candelaria, a través del Palacio Arzobispal o de las iglesias si vive en una zona rural apartada.
Más allá de las fronteras
Según monseñor Fernando Castro, la devoción al Médico de los Pobres traspasa las fronteras de nuestro país. Su santidad se ha extendido a Colombia, Ecuador, Perú, Centroamérica, República Dominicana, Cuba, Islas del Caribe, Canada y Estados Unidos. “Nos han llegado testimonios de sitios impensables, hasta de Alemania. Les puedo asegurar que todo lo que llega a la vicepostulación se estudia, nada se deja de lado, nada se echa a la basura, algunos pueden ser considerados milagros y los estamos estudiando”, afirmó. Propios y foráneos sienten al santo como suyo, le piden y le prenden velas por las sanaciones concedidas. Leonor Guevara vende velas, imágenes y estampitas del Venerable en la entrada de la iglesia La Candelaria, donde desde 1975 reposan los restos mortales del médico.
Desde su lugar de trabajo ha visto llegar gente del interior del país a profesar su fe. “He visto ecuatorianos, peruanos y colombianos, sobre todo en vacaciones escolares, pero este año no vi tantos”, aseguró.
Oración
Señor Jesucristo, que infundiste en tu siervo José Gregorio la constancia en la virtud, la pureza en sus acciones, un gran amor por ti, a tu Santísima Madre y al prójimo, dígnate glorificarlo ante tu Iglesia. Haz que yo, imitando sus virtudes, me acerque más a ti, y por los méritos de tu Pasión y Muerte, concédeme la gracia que te pido… Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela, intercede por la glorificación de tu devoto José Gregorio Hernández.
Amén.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Vía UN/www.diariorepublica.com