“Vine al ambulatorio con mi nieto que tenía mucha fiebre, pero no nos atendieron porque no había ni un termómetro para tomarle la temperatura. Esto está cada vez peor, antes uno llegaba y aquí había de todo, ahora no hay nada”.
Esta vez fue el pueblo quien habló. Lilian Cloral tenía a su nieto de seis meses en brazos. Estaba a las afueras del ambulatorio Simón Bolívar, en el barrio homónimo de la parroquia Francisco Eugenio Bustamante de Maracaibo, donde se congregaron varios pacientes y miembros de la comunidad para protestar en contra de la situación que afecta al centro de salud.
La denuncia no fue politiquera, aseguró Víctor Ruz, diputado a la Asamblea Nacional, quien acompañó a los manifestantes. “Quien sufre y reclama son los propios zulianos. Yo no busco un cargo político, como lo dijo Tania Mesa, Secretaria Regional de Salud. Ya a mí me eligió el pueblo, y solo trabajo para buscarle soluciones a sus problemas”.
A Jenny León le pasó algo similar. Llegó al ambulatorio antes de las 8.00 de la mañana, su hija tenía un cuadro febril y de asma. “No había nada. Me mandaron a comprar la mariposa para que la inyectaran. Dos horas después fue que atendieron a mi bebé”.
De esta manera el parlamentario le respondió de manera frontal a la responsable del sector salud en el estado, quien lo invitó a revisar “en caliente” la situación de los hospitales y ambulatorios de la región.
“La desmentimos en caliente, como usted lo pidió. No soy yo quien lo dice, sino el pueblo que se percató de la carencia de insumos que afecta a los centros de salud. La respuesta no debe ser para Víctor Ruz, sino para los ciudadanos”.
Cuentas claras
Junto a la directora, Ana Marín, el diputado Víctor Ruz recorrió las instalaciones del ambulatorio. Al conversar con los pacientes constató la precaria situación con respecto a la dotación de insumos, que ha mermado además la afluencia de pacientes al centro.
“El stok que hay en los depósitos no da a basto para darle respuesta a los enfermos, quienes deben comprar sus medicinas. La farmacia la dotaron la semana pasada, pero la misma directora reconoció que 400 jeringas no son suficientes para un mes. La gente se siente atropellada cuando va a los centros asistenciales; es difícil brindar atención en estas condiciones, el personal médico trabaja con las uñas”.
Ante esto, recordó las palabras de Tania Mesa, quien aseguró que pondría su cargo a la orden de no solventar el problema hospitalario en la región. “El problema no es que renuncie a su cargo; es el gobernador Arias Cárdenas quien se debe abocar a resolver esta crisis, y que además coloque a gente capacitada para ejercer estos cargos”.
Sus exigencias fueron claras: lograr un pleno abastecimiento de hospitales y ambulatorios, recorrer los centros de salud para corroborar su situación, aclarar la situación de los tercerizados del sector salud y no culpar al pueblo de la crisis.
“Restringir las visitas a cuatro días a la semana, una hora diaria; y colocarle un brazalete a los familiares de los pacientes no es la solución. El problema no se resuelve marcando ni atacando al pueblo, sino aprobando los recursos. Cualquier aporte lo aplaudimos, pero que no se quede en anuncios, sino que se haga y que se vea”.
Sobre la situación de los tercerizados, Ruz exigió el detalle de la cantidad de afectados. A su juicio, el Sistema Regional de Salud “solventó” su situación con otra tercerización, a través de la formación de cooperativas que le restan beneficios laborales.
“Nosotros también somos patria. No es posible que las rencillas de los políticos recaigan sobre los zulianos. Los niños no tienen la culpa de lo que los grandes han hecho. Nos merecemos un buen servicio de salud”, exigió indignada Yanet Garizao.
Nota de prensa