
El grito de los 10 millones ha vuelto a salir de las gargantas del chavismo, el listón electoral más alto que se puso Hugo Chávez en vida, pero que no pudo lograr.
Ahora, la militancia roja promete la cantidad para Nicolás Maduro, Presidente encargado y el “Delfín” del fundador para las elecciones deL 14 de abril. José Vicente Rangel, figura clave del Gobierno, pronunció ante las multitudes reunidas en el CNE durante la inscripción de Maduro como el candidato oficialista, que darían la batalla por dar más de 10 millones.
Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional, también lo ha hecho, “Le vamos a meter 10 millones por el buche”. Desde el Zulia, el Gobernador Arias, le aseguró un millón 200 mil votos para llegar a la ansiada meta. Y así se escucha en la calle, en coros, y consignas de los seguidores del socialismo.
La primera vez que Hugo Chávez lanzó la propuesta fue en la campaña presidencial de 2006 contra Manuel Rosales, en ese entonces obtuvo 7 millones 309 mil 80 papeletas, las suficientes para aplastar al zuliano.
La campaña fue aguerrida, el número 10 se hizo representativo en franelas, gorras, afiches y demás.
Y para los comicios de 2012 Chávez también lo prometió. El 7 de octubre, en vida, fue lo más cerca que pudo llegar a la cifra soñada, logró 8 millones 191 mil 132 votos.
Roberto Enríquez, presidente del Partido Copei, aseguró hoy que el desafío de Maduro no será llegar a los 10 millones, sino por el contrario mantener los más de 8 millones que alcanzó el fallecido Chávez el 7 de octubre pasado. “Ellos no pueden tener la certeza de que no necesariamente están dispuestos a votar por Maduro”, dijo en entrevista con Unión Radio.
Pero Luis Vicente León, analista y director de Datanálisis, ha abierto una posibilidad cierta de endoso basado, precisamente, en la muerte de Chávez:
“La muerte de un líder en la cúspide de su popularidad sería muy potente en la perspectiva de unas votaciones”, respondió en entrevista reciente con el Diario El Universal.
La campaña emocional motorizaría ese endoso del que habla León, y efectivamente así está sucediendo. Nicolás Maduro eleva y no abandona en ningún momento de su discurso la imagen de Chávez, es “su padre”, su “mentor”, el “líder supremo”, el “segundo libertador”.
La emocionalidad se mantiene intacta en la calle con gente aún en cola para velar los restos del Presidente que murió. Y eso efectivamente será un impulso para el 14-A.
Ahora bien, ¿alcanzará esa emocionalidad para llegar a los diez millones de votos el 14-A?, impredecible a todas luces. Las matemáticas electorales apuntarían a que no. Sin embargo el propio Luis Vicente León ha lanzado un ejemplo interesante:
“Cristina Fernández subió 20 puntos a la muerte de Néstor Kirchner siendo ella la candidata presidencial. Si lo vemos racionalmente uno podría preguntarse por qué subió en esa proporción, si quien murió fue el marido y la Presidenta era ella. Eso no es racional, pero son emociones, y éstas son muy potentes en la política”.
Redacción DiarioRepublica.com