Eran las tres de la tarde cuando Claudio Fermín tomó asiento en el cafetín que antes se llamó El Papagayo y ahora tiene un nombre italiano que nadie recuerda, después de saludar efusivamente, como en los tiempos cuando fue candidato de Acción Democrática, se dispuso a tomar la palabra.
¿Vuelve Claudio Fermín a la política venezolana?
Yo creo que en estas circunstancias, cuando dos polos tan enfáticos, tan controversiales, comienzan a perder el monopolio que ejercían sobre el debate público, es muy posible que quienes no nos semejamos a esos pareceres tan mutuamente excluyentes, tan ferozmente planteados, el uno significa la exclusión del otro, creo que es posible que otros políticos seamos más visibles.
¿Eso es producto de la polarización?
Claro. La polarización lleva entre cosas a eso, a que cualquier tipo de discurso, cualquier tipo de conducta que no sea noticia, es decir, que no encaje perfectamente en esa estrategia que han alimentado no solo los grupos políticos, sino también los medios de comunicación, se corre el riesgo de que la gente perciba en uno retiro. Yo creo que la manera como yo me identifico con la política puede tener un mayor volumen en el momento de cansancio de estos dos polos tan controversiales.
¿Qué dice usted de la Ley Habilitante?
Chávez era un maestro en eso de crear expectativas de manera creciente, él ganó las elecciones del 98 y las ganó bien; pero ya en el 99 dijo, no, pero yo no les puedo cumplir si no me dan una nueva constitución, y después de que tuvo la constitución, nos dijo, no, pero yo no les puedo cumplir si no me dan una habilitante, después dijo, no les puedo cumplir si no me dan una reelección.
Así está el presidente Maduro, él pareciera decirle al país que es incapaz de luchar contra la corrupción si no le dan más poder, cuando realmente lo que queremos, y lo digo no como una agresión a Maduro y al Gobierno, lo digo porque lo siento, es una reflexión de verdad muy pensada, lo que requerimos es que Maduro tenga menos poder para luchar contra la corrupción.
Maduro tiene mayoría en la Asamblea Nacional, tiene el Tribunal Supremo de Justicia, los jueces, la Fiscalía, tiene el Poder Ejecutivo, las direcciones de inteligencia, tiene muchas herramientas para saber quiénes son los corruptos, pero lamentablemente tiene la Contraloría General de la República y esa es la mayor estafa contra el país.
¿Por qué?
El hecho de que las personas que investigan, las personas que tratan de indagar una irregularidad, sean subalternos de los investigados desnaturaliza por completo el órgano contralor, y no solamente la Controlaría General de la República.
Lo que pasa es que ahora el chavismo tiene casi todas las gobernaciones, y por donde usted revisa los contralores de los estados, de los gobernadores de oposición y del partido de gobierno, son subalternos de los controlados.
Esto es como si en esta empresa -El Papagayo- tú y yo somos socios, y resulta que una vez al año tenemos que hacer una auditoría, entonces tú y yo, que somos los que firmamos los cheques, compramos las provisiones, contratamos el personal, entonces juntos nos hacemos la auditoría. Yo siento que hay que orientarse hacia otro discurso.
Si el Presidente solicita la Habilitante con otro argumento distinto, porque tiene que tomar medidas de emergencia en materia financiera, en materia de reforma del Estado, entonces uno diría, bueno, vamos a ver cuáles son las medidas para tomar la Habilitante; pero si el presidente Maduro solicita la habilitante para luchar contra la corrupción, lo considero una burla, porque él tiene todas las herramientas para luchar contra la corrupción, y justamente, la que no debería tener en sus manos, si queremos luchar contra la corrupción, es la Contraloría General de la República.
Porque el corrupto, que generalmente no es ninguno de los dirigentes ni activistas visibles que están allí, ese corrupto sabe que de la Contraloría General lo que va obtener es solidaridad automática…
Últimas Noticias/ Foto: Panorama