Por: Soc. Enrique Parra
Una de la acciones contra la guerra económica desarrollada actualmente contra el Pueblo venezolano, debe estar claramente orientada (con creatividad, convicción y argumentación) a desenmascarar, denunciar, gritar al mundo a sotavento como la oposición venezolana en asociación política y financiera, con la oligarquía e intereses transnacionales, es parte del estado mayor de tan abyecta rebelión de los empresarios contra el Estado Revolucionario; forma de Estado que la mayoría de los conciudadanos de manera libre, soberana y democrática han elegido recurrentemente para construir una nueva sociedad.
La derecha venezolana que hace oposición desde la mud – especie de aseladero- no escatima esfuerzo alguno, para derrocar al Gobierno Bolivariano: golpe de estado, paro petrolero, guarimbas, desconocimiento de resultados electorales, obstrucción parlamentaria, descredito mediático del país y sus líderes ante el mundo, discurso mediático distorsionante de la realidad nacional, alianza conspirativa con ong extranjeras, financiamiento de organizaciones, campañas y eventos políticos múltiples con recursos del narcotráfico y dólares no declarados en el país, introducción de bandas paramilitares para agudizar la inseguridad ciudadana, introducción de modalidad criminal que nos resulta extraña; entre otras perversiones contrarias a la legítima disputa democrática por el poder.
Es así, como actualmente, esta oposición díscola y activa mercenaria de la guerra económica en su empeño contrarrevolucionario, estructura su discurso y despliega su activismo político desde las consecuencias que ella misma ha causado, con la inducida perturbación del desenvolvimiento de la actividad comercial – que ellos históricamente han controlado y aun controlan – en el país. Las causas: distorsión y desaceleración de la producción de mercancías estratégicas, acaparamiento, boicot, obscenas ganancias, contrabando, corrupción con divisas oficiales, adulteración del marcador del valor de la divisa (dólar today), triangulación, monopolio de empresas y empresariado politiquero. Consecuencias: escases de rubros sensibles a la población, contrabando, bachaqueo, congestionamiento popular de establecimientos comerciales, especulación, desconcierto, ofuscación de ciudadanos afectados y confundidos por discurso irresponsable y manipulador de la oposición, procurando descontrol social.
Lo expresado, certifica la participación protagónica de la oposición venezolana en la guerra económica, infatigable por infringir un golpe fascista a la Revolución. Son cínicos y fariseos, desnudémosles políticamente.
Maracaibo, 02/08/15