Por Francisco Arias Cárdenas
Un nuevo año es la esperanza o la incertidumbre: todo depende de la perspectiva que escojamos. Quienes optamos por la fe en Dios Creador, y las potencialidades luminosas de la Humanidad, aguardamos el reinicio de las actividades del nuevo año 2018, en todas las esferas, con buena expectativa, con anhelo de logros por la felicidad de nuestra amada patria venezolana.
Confiamos en las posibilidades del Diálogo, así, en mayúsculas: en el diálogo con la oposición política, y en el diálogo respetuoso y necesario con nuestro pueblo, con sus angustias y esperanzas; en el diálogo para construirnos y reconstruirnos en el más difícil momento de Venezuela. Necesitamos acuerdos rápidos para reimpulsarnos. Urgimos sumar voluntades para decisiones económicas improrrogables para sobrevivir y de allí, alcanzar el vivir bien. El diálogo y el acuerdo de los que deseamos la vida y le damos importancia a la construcción de riquezas en la nueva realidad. El diálogo entre todos los sectores productivos con sus aportes y requerimientos de la realidad en que vivimos, para avanzar. El diálogo para la verdadera paz, la alegría, el respeto y el trabajo fecundo para todos
Auguramos un 2018 como el año de la Paz en alegría y prosperidad; el triunfo del encuentro entre las diferencias. Bien lo merecen los venezolanos, que han demostrado su conciencia ciudadana, su valentía, su vocación por la hermandad, a pesar de tanta provocación y agresión cotidiana sufridas, infringidas por quienes pretender recolonizar a Venezuela.
Pero Dios concederá la victoria a la tenacidad de gobernantes, empresarios, dirigentes, trabajadores, ciudadanos todos, que luchen por la felicidad de Venezuela, por encima de las divergencias.
La milenaria cosmovisión china, que no contiene predicciones superficiales sino que ve el destino como resultante de la conjunción de energías universales y el libre albedrío humano, asegura que el 2018 es el Año del Perro de Agua, signado por el diálogo, la solidaridad, la empatía, el triunfo de la hermandad. Que así sea.