El huracán Gonzalo mantenía su destructiva fuerza cuando se encontraba a punto de alcanzar las islas Bermudas, donde ya se sentían sus lluvias y potentes vientos, que dejaron a miles de personas a oscuras.
Cuando su ojo se encontraba apenas a 80 km al suroeste de las Bermudas, Gonzalo era un huracán de categoría tres de las cinco de la escala de Saffir-Simpson, con vientos de 185 kilómetro por hora y ráfagas más fuertes, informó a las 21H00 GMT el Centro Nacional de Huracanes (NHC), ubicado en Miami (sureste de Estados Unidos).
Pese a que va perdiendo fuerza «se espera que Gonzalo sea un peligroso huracán cuando se mueva cerca o sobre las Bermudas», advirtió el NHC, que avisó de poderosos vientos, inundaciones costeras, oleaje y lluvias de entre 8 y 15 cm (por metro cuadrado) sobre el archipiélago británico.
El aeropuerto de las Bermudas ya registró ráfagas de viento de 102 kilómetros por hora, indicó el NHC.
Unas 16.000 viviendas quedaron sin luz, informó la compañía eléctrica Belco al diario The Royal Gazette.
Desde el comienzo de la jornada las personas en la capital Hamilton se habían resguardado en sus viviendas con las ventanas selladas, mientras las escuelas y los negocios permanecen cerradas desde el jueves.
Los efectos del huracán podían seguirse en vivo en la página web www.portbermudawebcam.com, usualmente una herramienta turística para mostrar las bellas vistas.
Gonzalo, que el jueves se mantuvo como huracán de categoría cuatro con vientos de hasta 230 km/h, se degradará rápidamente a partir de la noche del viernes, indicó el NHC.
Pero antes su ojo pasará a unas 25 millas náuticas (46 km) del archipiélago, hacia las 23H00 GMT, según un boletín del servicio de meteorología de las Bermudas, un conjunto de islas turísticas de 60.000 habitantes en el Atlántico, a unos 1.000 km de la costa estadounidense.
«Vientos con fuerza de huracán comenzarán a extenderse por la isla muy pronto», indicó el servicio, que llamó a la población a no confiarse y salir de sus casas cuando pase el ojo del huracán por el archipiélago, lo cual traerá un breve respiro del fuerte vendaval.
Advirtió también de «inundaciones costeras que pueden causar muertes y estarán acompañadas de grandes olas destructivas».
Las autoridades han advertido que el ciclón podría resultar tan severo como el huracán Fabian, que en 2003 dejó en las Bermudas cuatro muertos y 300 millones en daños.
AGENCIA / www.diariorepublica.com