Uruguay se retiró este jueves de la Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Colombia en protesta por la presencia de una delegación de Venezuela a la que considera ilegítima, mientras otros países cuestionaron la legalidad de la representación del país petrolero.
El incidente diplomático, en el primer día de sesiones de la OEA, dejó en evidencia la falta de consenso en el organismo hemisférico para elevar la presión y el aislamiento a nivel continental sobre el gobierno del venezolano Nicolás Maduro.
Si bien Maduro anunció el retiro de la OEA en abril de 2017, el legislador Gustavo Tarre, designado por el líder opositor Juan Guaidó, fue reconocido y aceptado en abril como representante de la Asamblea Nacional de ese país.
“Uruguay considera que intentar imponer el reconocimiento como legítimo representante de Venezuela a esa delegación, es ni más ni menos que un avasallamiento de la legalidad de la OEA y, por lo tanto, no puede sino estar en contra de una acción de tal naturaleza”, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores, Ariel Bergamino.
“Nos retiramos de esta reunión, pero no de la OEA”, agregó el diplomático uruguayo.
México consideró que las credenciales presentadas por la delegación de Venezuela, liderada por Julio Borges, no cumplen con los requisitos para ser admitida en la asamblea y Bolivia anunció que se reservará el derecho de reconocer las resoluciones y documentos aprobados con la participación de Estados no miembros.
Argentina, a través de su vicecanciller, Gustavo Rodolfo Zlauvinen, reconoció a la delegación venezolana.
Antes del inicio de la asamblea, el secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, dijo que en la reunión se buscaba aumentar la presión y el aislamiento contra Maduro, e incluso la adopción de sanciones que no especificó.
Vía Panorama/Diario República
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