
«Pluralidad en el campus»
El edificio principal de la Universidad del Estado de Ohio se asemeja más a un centro comercial que a una casa de estudios. Con largas columnas que se erigen hasta el techo surcando sus tres pisos, reinan en él la modernidad, sofás y sillas comodísimos, televisores de 50 y tantas pulgadas y, sobre todo, los colores rojo y blanco, emblema del campus.
Allí la vida es agitada, frenética si se quiere. Centenares de estudiantes teclean en sus laptops, comen en lujosas cadenas de restaurantes y cafés, leen. Mientras, representantes de bancos y empresas privadas, como Microsoft, exponen sus productos.Eso ocurre en apenas un asomo del gigantesco complejo de edificios que alberga a 56 mil estudiantes, seis mil profesores y 21 mil empleados.
En semejante barullo cotidiano, imperan las conversaciones de toda índole. Y, de vez en cuando, se escuchan tertulias sobre política: «Obama esto, Romney aquello».La OSU está ubicada en el corazón de la ciudad de Columbus. Es un centro académico vital para Ohio, un estado considerado decisivo para las presidenciales del próximo martes. Es un espejo vívido de cómo se viven los comicios en Estados Unidos: unos votarán, a otros les resbalan los comicios, y algunos hasta se atreven a hacer campaña por el candidato de su preferencia.Hay, en su mayoría, civismo al tratar el tema. No hay miedo al hablarlo, más bien predomina el respeto.
Steve Jordan, un veinteañero estudiante de Leyes, es confeso apasionado de la opción Obama. «No sé quién ganará, pero espero que el Presidente se reelija. Apruebo cómo ha manejado la crisis financiera».
Vegetarianos por crisis
A solo 20 metros de la librería donde Steve pasa la mayoría de su tiempo estudiando, Sharron Tucker, una robusta mujer de 66 años, despotrica con voz sutil del candidato demócrata, sentada en un salón de relax para estudiantes.»Votaré y mi candidato es Romney. No podemos darnos el lujo de otros cuatro años con Obama. No ha cumplido ninguna de las promesas que dijo iba a concretar. Ha creado cinco millones de empleos, pero eso aquí es como tener solo un dólar en el bolsillo».Opina que la economía ha sufrido durante la administración de Obama.
Incluso bromea, casi ahogada en una larga carcajada, sobre la crisis: «La carne ha aumentado y la mayoría de la gente se ha convertido en vegetariana». Su familia, incluso un hermano al que anteriormente atormentaba por respaldar a los demócratas, votará por el candidato «rojo».
Ricos y enviados
Ben Jackson, otro estudiante de Leyes, tiene la firme idea de que apoyará a Obama. Lo hará no por un mero estereotipo -comparte con él la tez oscura-, sino que cree fielmente en sus medidas económicas. «Se ha preocupado por nuestras necesidades. Romney solo beneficiaría a la gente rica».Ya en las afueras de la escuela de Leyes -bautizada en honor a Michael Moritz, un graduado que en 2001 donó 30 millones de dólares a la universidad- se escucha a lo lejos una voz de altos decibeles.
En el centro de una monumental plaza rodeada de áreas verdes y edificios bajos de ladrillos rojos, un «portavoz» vocifera un mensaje impregnado de proselitismo.»Detengan a Obama, detengan el aborto, voten por Romney», grita a todo pulmón Rives Grogan, un caucásico de unos cuarenta y tantos años, sosteniendo a su vez letreros que rezan «Jesús ama a todos los bebés» y que exponen imágenes explícitas de fetos muertos.
Se autoproclama como un «enviado de Dios» para advertir por quién votar. No es su primera vez en el campus. En ocasiones, algún alumno lo reta, lo contradice. Debaten. Pero siempre con respeto. Es el epítome de la pluralidad. Una exhibición de diversidad que no se empaña por tinturas políticas.
Academia gigantesca
La Universidad del Estado de Ohio es pública. Está ubicada en Columbus, Ohio, y la fundaron en 1870. En ella hacen vida 56 mil estudiantes, seis mil profesores y 21 mil empleados. Tiene al menos mil organizaciones estudiantiles, así como programas deportivos, organizaciones de prensa y fraternidades.
Vía Diario La Verdad / Gustavo Ocando Alex