
El enviado especial de la ONU para Libia, Gassam Salame, lanzará mañana en Túnez el nuevo plan de acción de Naciones Unidas, que busca acabar con un conflicto que se prolonga más de seis años.
Salame, en el cargo desde julio pasado, sentará por vez primera en la misma mesa a representantes de los gobiernos en conflicto en Trípoli y en la ciudad oriental de Tobruk para iniciar las negociaciones que deben conducir a la enmienda del plan forzado por la propia ONU en diciembre de 2015.
Aquel pacto, conocido como «Acuerdo Político Libio» y aprobado sin el beneplácito del general Jalifa Hafter, el hombre que controla el Parlamento de Tobruk, permitió la formación del llamado Gobierno de Unidad y del Alto Consejo de Estado, las dos instituciones que gobiernan en Trípoli.
Fuentes diplomáticas confirmaron que responsables de ambos extremos del país, así como de la ciudad-estado de Misrata y del sur libio, convergerán mañana en un hotel de la costa tunecina para emprender un camino que debe desembocar en la convocatoria de elecciones presidenciales en 2018.
La cita coincide con una aparente rehabilitación de Hafter, que en apenas dos años ha pasado de ser ninguneado tanto por los líderes europeos como por los vecinos árabes, a convertirse en la principal figura política y en la clave para la solución de un conflicto que ha transformado Libia en un Estado fallido.
Vía Globovisión/www.diariorepublica.com