Los militares sudaneses disolvieron hoy el Gobierno del primer ministro, Abdalá Hamdok, quien mediante sus colaboradores rechazó lo que considera un golpe de Estado y llamó a los ciudadanos a protestar contra la asonada.
La oficina del primer ministro emitió un comunicado en el que informó de que Hamdok y su esposa fueron «secuestrados la madrugada de este lunes en su residencia de Jartum y fueron llevados a un lugar desconocido por una unidad militar».
Horas más tarde, el presidente del Consejo Soberano, máximo órgano de poder del proceso de transición en Sudán, el general Abdelfatah al Burhan, disolvió tanto el Gabinete de ministros como el propio Consejo Soberano y anunció también el estado de emergencia en todo el país.
Además de Hamdok, otros ministros y miembros civiles del Consejo Soberano fueron detenidos y llevados a un paradero desconocido, según el Gobierno sudanés.
Estos arrestos coinciden con la visita al país del enviado especial de Estados Unidos para el Cuerno de África, Jeffrey Feltman, quien se reunió durante el pasado fin de semana con las principales autoridades civiles y militares de Sudán.
El llamamiento de los colaboradores de Hamdok a los ciudadanos para que protesten en las calles contra el movimiento militar llevó a incidentes en la capital, Jartum, y según el Ministerio de Información, los soldados «dispararon balas contra los manifestantes que rechazaron el golpe militar frente a la Comandancia General del Ejército».
El Comité Central de Médicos, que desde la revolución atiende a los manifestantes y contabiliza las víctimas, dijo que hasta el momento se han registrado doce heridos en las protestas de hoy, sin ofrecer más detalles.
Además, militares irrumpieron en las sedes de la radio y televisión estatales en Sudán y detuvieron a varios empleados, informó el Ministerio de Información sudanés.
El comunicado de la oficina del primer ministro señalaba que lo ocurrido hoy es «una ruptura del documento constitucional y un golpe completo contra lo que la revolución ha logrado con la sangre en busca de la libertad, la paz y la justicia».
Entre las reacciones, la Unidad Africana lamentó el golpe de Estado perpetrado en Sudán y llamó a la liberación de los líderes políticos arrestados.
El Representante Especial del Secretario General de la ONU para Sudán, Volker Perthes, pidió «restaurar el orden constitucional» en Sudán tras el golpe de Estado protagonizado por los militares en las últimas horas.
Por su parte, la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), que agrupa a 57 países, expresó su inquietud por los acontecimientos en Sudán e instó también a las partes a volver al diálogo para salvar la transición en el país.
Sudán es el país africano más grande en extensión, con 2,5 millones de kilómetros cuadrados, y unos 43 millones de habitantes.
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Via EFE/Diario Republica