No solo persigue el arma nuclear con tono amenazante, este líder comunista ha lanzado un satélite al espacio y ahora anda con un teléfono que se volvió un misterio para la prensa. Kim Jong Un se metió en la onda de los Smartphone, y por ello ha respondido hasta la gigante Samsung.
La AFP despertó el debate con la historia que está dando la vuelta al mundo.
Una foto del líder norcoreano Kim Jong Un en la que aparece con un ‘smartphone’ suscitaba un encendido debate en Asia y, más particularmente, en Corea del Sur, donde Samsung se apresuró a decir que no era uno de sus teléfonos móviles.
La foto muestra a Kim, heredero de la dinastía comunista norcoreana fundada en 1948, presidiendo la semana pasada una reunión de altos consejeros de defensa y seguridad, seguramente dedicada a la preparación de un ensayo nuclear.
En la mesa, a la derecha del dirigente que fuma un cigarrillo, se ve un cenicero y un teléfono multifunciones (smartphone) negro.
La prensa surcoreana especula sobre la marca del teléfono. Para algunos medios, se trataría de un Samsung, para otros de un HTC (Taiwan) o de un iPhone de Apple, a pesar de que Pyongyang critica casi a diario a su «enemigo jurado» estadounidense.
Samsung, líder mundial en ventas de móviles, desmintió de inmediato que pueda tratarse de uno de sus aparatos, el Galaxy.
La agencia de inteligencia surcoreana llegó a la conclusión de que podría tratarse de un HTC.
El constructor taiwanés rehusó confirmar la información pero aseguró que apreciaba «el apoyo de todos los consumidores».
Los norcoreanos viven en uno de los países más aislados y censurados del mundo. No tienen acceso a internet, salvo una ínfima minoría de algunos centenares de personas de la élite y estudiantes, aunque un millón de norcoreanos están abonados a un servicio de telefonía móvil. Sin embargo, no pueden llamar al extranjero.
Los móviles fueron introducidos en 2008 gracias a un acuerdo con el grupo de telecomunicaciones egipcio Orascom y un intranet fue abierto en 2002.
Kim Jong-Un, que tendría menos de 30 años, sucedió a su padre Kim Jong-Il, en la jefatura del Estado norcoreano tras la muerte de éste en diciembre de 2011.
Vía AFP