Las autoridades de Rio de Janeiro ocuparon el domingo un complejo de favelas en poder del narcotráfico, en la primera “pacificación”, como se llaman a estas operaciones, desde el escándalo por la tortura y asesinato de un albañil en otra barriada a manos de la policía.
Más de 1.000 efectivos de las fuerzas de seguridad tomaron las 12 favelas de este complejo de la zona norte de Rio en unos 50 minutos sin intercambiar un disparo, constataron periodistas de la AFP.
“Es un paso más en dirección de la paz”, dijo el gobernador de Rio de Janeiro, Sergio Cabral, blanco de críticas por los recientes escándalos de abusos policiales en las favelas ocupadas.
La sombra de Amarildo
Desde hace dos meses, la desaparición del albañil Amarildo de Souza en la gigantesca favela de Rocinha levantó dudas sobre este programa de ocupación de favelas, diseñado para mejorar la seguridad en Rio de cara al Mundial-2014 y los Juegos Olímpicos-2016.
Esta semana, 10 policías fueron detenidos bajo acusación de haber torturado hasta morir a De Souza y luego haber ocultado su cuerpo.
Según la investigación de la policía civil, De Souza fue una de las 23 personas torturadas por las autoridades para obtener informaciones sobre tráfico de drogas, actividad que continúa en la zona, sólo que de forma más discreta.
“El caso Amarildo nos muestra que este tipo de investigación sólo puede ocurrir cuando una comunidad está pacificada. Cuántos crímenes quedaron impunes antes de la llegada de la policía a los morros”, dijo Cabral.
Pero entre los vecinos de Lins, como Marcia de 51 años, hay “miedo de que otros Amarildos aparezcan”.
En Lins, con una población estimada de 15.000 personas, se instalará la 35º Unidad de Policía Pacificadora (UPP), el cuerpo creado para atender las comunidades reconquistadas.
“Como en la mayoría de las comunidades, no necesitamos una UPP. No nos representa (…). Si algún vecino aquí dice que acepta la UPP, es mentira”, dijo Marcia a la AFP.
El “caso Amarildo” generó diversas protestas callejeras que exigían al impopular gobernador de Rio noticias sobre el paradero de la víctima.
“Lamento la conducta de esos policías, que fue abominable, pero sin duda no será una marca para las UPP”, aseguró Cabral.
Drogas y armas
La operación policial en Lins comenzó el 20 de septiembre y terminó este domingo con la “pacificación”, sellada con el izamiento de una bandera en una zona visible de la favela.
Esta semana, dos presuntos narcotraficantes murieron en un enfrentamiento con la policía y 197 personas fueron arrestadas. Otros narcos huyen a favelas vecinas.
Además se incautaron 74 armas de fuego (incluidos 14 fusiles), 14 granadas y 20 kilos de cocaína, 78 de crack y 58 de marihuana, según una nota de la secretaría de Seguridad de Rio.
“La paz no se hace con fusil, eso es mentira. Queremos el fin de la UPP”, dijo a la AFP Andre Luiz Constantine (38) de la ONG Favela no se calla.
En las 34 UPP instaladas trabajan 8.500 policiales. El gobierno espera tener para 2014 unas 40 de estas estaciones especiales, según el sitio oficial de la PM.
Cabral anunció que a principios de 2014 se haría la ocupación del violento complejode favelas de Maré, controlado por dos bandas de narcotraficantes enfrentadas y otra de milicianos parapoliciales.
Agencias