La suspendida presidenta, Dilma Rousseff, tiene esperanzas de volver a la oficina presidencial tras la revelación reciente de unas grabaciones que implican a funcionarios del gobierno interino de Michel Temer.
Para Rousseff, los audios filtrados demuestran que los intentos por expulsarla del poder solo buscaban frenar una amplia investigación de corrupción que ha implicado a numerosos líderes políticos y empresarios.
Las grabaciones filtradas, en las que se escuchan las voces de tres políticos que presionaron por su destitución, parecen vincular los intentos por su expulsión con los esfuerzos por detener la investigación. Los implicados han negado tal interpretación.
En entrevista publicada ayer por el diario Folha de Sao Paulo, Rousseff dijo además que el polémico jefe de Diputados, Eduardo Cunha, también separado de su cargo, es el personaje “central” del gobierno de Temer, quien deberá “arrodillarse” ante el titular del Congreso.
“Pueden hablar lo que quieran. Eduardo Cunha es la persona central del gobierno Temer. Eso quedó clarísimo ahora con la indicación de André Moura”, diputado amigo del titular de la Cámara, como líder de la nueva bancada oficialista en el Congreso, declaró Rousseff.
La Mandataria ha sido suspendida en espera de un juicio político en el Senado. Su ex vicepresidente, Michel Temer, funge como presidente provisional.
El jefe de Diputados de Brasil es uno de los 50 políticos investigados por el escándalo de Petrobras, el desvío de millones de dólares y sobornos a congresistas.
Vía UN/www.diariorepublica.com