
El hecho ha estremecido a Wisconsin y se han presentado protestas y disturbios en contra del brutal acto. El fantasma hecho de George Floyd ha servido de caso para nuevas manifestaciones.
Imagen Coretesía/AP.
La llama del Black Lives Matter volvió a encenderse ayer lunes 24 de agosto, con otro indignante episodio de abuso policial que puede costar la vida a Jacob Blake. El hombre yace en estado de coma hospital te Kenosha (Wisconsin), después de que un agente le metiese siete disparos por la espalda sin venir a cuento cuando se introducía en su vehículo.
Por supuesto, un video (grabado) cuenta toda la historia, solo la que puede ser el momento final de Blake. Según su abogado, Ben Crump, sus tres hijos fueron testigos del incidente. El hombre había separado a dos mujeres que se peleaban dentro de una vivienda cerca de Lake Michigan cuando apareció la policía, sin que esté claro quién les había avisado. Blake no quiso quedarse a dar más explicaciones temiendo convertirse en cabeza de turco y acabar en la cárcel, según su abogado, por lo que se encaminó hacia su coche seguido por dos policías que le ordenaban quedarse. Uno de ellos, apuntándole con la pistola.
Blake los ignoró, según se ve en el vídeo doméstico. Abrió la puerta de su coche y en ese momento en el que se subía, uno de los agentes le agarró por la camiseta y le pegó siete tiros seguidos. La víctima estaba de espaldas. No tuvo oportunidad alguna de defenderse . El video recoge también cómo los otros agentes intentaron reanimarle en el suelo para salvar su vida, seguramente conscientes de que otro asesinato policial en este momento en el que se han producido los mayores disturbios raciales desde la muerte de Martin Luther King en 1968, podría reavivar el incendio que no se ha llegado a apagar en EE.UU.
Manifestaciones a favor del Black Lives Matter.
El metraje grabado por testigos, se expandió por las redes sociales como la pólvora y al acabar el día lo habían visto 700.000 personas. La indignación se trasladó a las calles de Kenosha, donde las manifestaciones de protesta se tornaron violentas y acabaron con escaparates rotos, coches incendiados y negocios saqueados.
Blake luchaba ayer por su vida en estado muy grave de salud en un hospital de la ciudad, situada a 40 minutos de Milwaukee, justo donde los demócratas celebraron la semana pasada convención. Estados Unidos también lucha por salvar su alma. Si el afroamericano muere, la convención republicana que empieza hoy tendrá como fondo otro escenario apocalíptico de violencia y saqueos que favorecerá el discurso de Donald Trump. De momento, el agente de la policia ha sido retirado del servicio mientras se esclarecen las circunstancias.
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Vía Diario Hoy Digital/Diario República