Ante tantas imágenes de dolor, ayer se colaron otras, un poco más amables, que operaron como un aliciente en medio de tanta tragedia. Mucha gente eligió movilizarse y los centros de acopio fueron hormigueros contra la indiferencia. Con sus muchas o pocas cosas para dar, miles de personas se acercaron a iglesias, clubes y escuelas del barrio. Otros se entregaron por completo y dedicaron su día a embolsar, guardar, clasificar y cargar camiones. Quienes estuvieron detrás de los operativos de ayuda confirmaron que la respuesta de la gente fue abrumadora.
“La verdad, es emocionante”. Con su entusiasmo habitual y sus rastas anudadas en la cabeza, Manuel Lozano, al frente de la Fundación Sí, contó montones de escenas vividas en la sede de la organización no gubernamental que está en Carranza 1962, en el barrio de Palermo. “Es impresionante. Desde las siete de la mañana hay filas y filas de autos de gente que viene a traer cosas. Traen de todo, así que ya salieron montones de camiones y combis llenos, que también son de particulares, de personas que se ofrecieron a llevar las cosas con sus propios vehículos”.
Vía El Clarín