
El sacerdote Andrea Maggio tomó una foto del Papa Benedicto XVI, la acercó a una vela y la quemó ante los ojos de los fieles. El pastor de Castel Vittorio, un pequeño pueblo en el interior de Ventimiglia – sólo 350 habitantes – en la provincia de Imperia, tuvo ese gesto en señal de protesta, pocos minutos después de la homilía de hoy.
Para Don Andrea (quien al parecer presenta problemas depresivos), Ratzinger es culpable de «no ser un pastor, un papa, porque ha abandonado». Creyentes e incrédulos, incluyendo una docena de niños, han salido espantados.
Indignado, el alcalde de Castel Vittorio, Gianstefano Orengo, testigo presencial de los hechos, expresó: «Mañana por la mañana voy a escribir a la curia, para que se tomen medidas urgentes. Entiendo que Don Andrea en este período es más bien frágil, desde el punto de vista psicológico, pero también ha sido un acto escandaloso, cometido delante de muchos niños.
Incluso, en tiempos recientes, el pastor dio «discursos extraños» – dijo Orengo- argumentando que era necesario eliminar las imágenes de los santos de la iglesia. » Hoy comenzó a acusar al Papa de haber abandonado a sus ovejas y, finalmente, tomó la foto y la quemó. Yo le perdono, pero sigue siendo un gesto escandaloso».