
«Las sanciones son una herramienta de nuestra política exterior. Siendo el país más libre del mundo, tenemos que estar del lado de quienes luchan por la libertad».
Son palabras del senador estadounidense por Florida, Marco Rubio, del Partido Republicano, quien comenzó la semana con un contundente discurso en el Senado en el que habló de la crisis en Venezuela y la terminó en medio de una multitud de venezolanos en el Doral, Florida, en un acto en el que conminó al gobierno de Barack Obama a reaccionar frente a lo que está sucediendo en el país andino.
Marco Rubio fue aclamado a su llegada al local de este municipio cercano a Miami donde, acompañado del gobernador del estado, Rick Scott, fue contundente al criticar lo que él considera pasividad del presidente Obama ante los acontecimientos que se viven en Venezuela desde hace más de dos semanas.
Los aplausos que recibió Rubio se deben en gran parte a su intervención el día anterior en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, en el que presentó un proyecto de resolución en la que deplora «la violenta represión contra manifestantes pacíficos en Venezuela» e insta al presidente a imponer «sanciones selectivas» contra el gobierno de Venezuela.
«La imposición de sanciones unilaterales tiene consecuencias negativas no sólo para Venezuela sino para ciertas regiones de Estados Unidos»
Sanciones concretas y aplicables
El proceso para aprobar la aplicación de sanciones es largo y tiene varios frentes.
Por un lado, el Senado recibió el jueves el citado proyecto de resolución, presentado conjuntamente por el demócrata Robert Menéndez, jefe del Comité de Relaciones Exteriores, y por el senador Rubio.
Casi coincidiendo con esto, la Cámara de Representantes fue también escenario de un discurso sobre la crisis venezolana.

El congresista por Florida, Mario Díaz-Balart, del Partido Republicano, patrocinó junto con otros colegas la resolución H. Res. 488 de la Cámara para «apoyar al pueblo venezolano».
«Esperamos tener una resolución la semana que viene en el Pleno en apoyo y solidaridad al pueblo venezolano que está tratando de recobrar su soberanía, su libertad, su democracia», le dice Díaz-Balart a BBC Mundo.
Además, la congresista por Florida Ileana Ros Lehtinen, compañera de bancada de Díaz-Balart, está trabajando ya en una legislación especial para aplicar sanciones específicas contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro,
La propuesta de sanciones de los legisladores, tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes, consiste en la retirada de visas o permisos de entrada en Estados Unidos a todo aquel que sea considerado responsable de violaciones a los derechos humanos en Venezuela y la congelación de sus bienes.
Díaz-Balart añade que la legislación que se discutirá en la Cámara pedirá además «que se comience a reducir la compra de petróleo de Venezuela, que obviamente es donde ellos reciben la mayoría de los fondos».
Concesión de asilo a venezolanos
En otro sentido, Joe García, congresista por Florida del Partido Demócrata, escribió esta semana una carta al presidente Obama en la que le solicita que utilice su autoridad ejecutiva para dar asilo a todos los venezolanos que huyan de la crisis de violencia que vive el país.
Patricia Andrade, directora de derechos humanos de la Fundación Venezuela Awareness, es más afín a la propuesta de los legisladores republicanos que a la idea del congresista García.
«Si García le pide a Obama asilo para los venezolanos aquí hay separación de poderes y el presidente Obama no puede hacer nada», le dice a BBC Mundo Andrade, quien añade que estos procesos «se manejan mediante una ley: la ley de los Asilos».
«Obama no puede hacer nada, es una ley, para eso hay separación de poderes», enfatiza Andrade. «Buscamos cosas realistas, que los fiscales conozcan el caso venezolano y que tengan más humanidad y con eso estamos bien».
Un recurso contraproducente
Sin embargo, Cynthia Arnson, directora del Programa de América Latina en el Wilson Center, con sede en Washington DC, considera que la aplicación de sanciones puede ser un recurso contraproducente.
«La imposición de sanciones unilaterales tiene consecuencias negativas no sólo para Venezuela sino para ciertas regiones de Estados Unidos, como los estados cercanos al Golfo de México, donde se procesa el petróleo, o zonas del noreste del país», sostiene Arnson en entrevista con BBC Mundo.
La experta considera que el posible castigo del gobierno de Estados Unidos a Venezuela puede servir de argumento al mandatario venezolano, que generalmente acusa a EE.UU. de ser el causante y agitador de los problemas que sufre su país.
Los legisladores, por su parte, opinan que el gobierno no debe voltear la mirada.
Acciones por separado pero confluyentes
Si bien las iniciativas de senadores y representantes son independientes, para aprobar la legislación es necesario un acuerdo entre la Cámara y el Senado, «y tendría que ser bipartidista», subraya Díaz-Balart.
«La resolución se va a discutir ya la semana que viene. La legislación se va a demorar un poco más pero todos entendemos la urgencia ante la violencia que está afectando a miles de venezolanos».
Tanto Rick Scott y Marco Rubio en su intervención de este viernes en el Doral como el congresista Díaz-Balart en su conversación con BBC Mundo reprochan lo que consideran es una falta de liderazgo del presidente Obama hasta el momento, pese a que el mandatario expresó su preocupación por los sucesos y el Secretario de Estado, John Kerry, calificó de «inaceptable» la represión de las protestas en Venezuela.
«Tristemente la administración Obama es genuflexa», le dice a BBC Mundo Patricia Andrade, directora de derechos humanos de la Fundación Venezuela Awareness.
«Dice que se respeten los derechos humanos pero por otro lado no toma medidas y eso buscamos con la representación en el sur de la Florida de nuestros congresistas, no puede ser que la administración no mueva un dedo ante algo que está pasando en frente de nuestra nariz», añade.
En este sentido, el congresista Díaz-Balart incide en que la preocupación de los políticos por Venezuela no se limita a Florida.
«Esto no es un tema solamente del sur de la Florida ni tampoco es un tema hispano, esto es un tema de todos los que respetamos y amamos la libertad», concluye.
Vía BBC Mundo