El padre de Rosalía Lombardo, no pudo soportar la muerte de su pequeña luego que una neumonía terminara con su vida el 6 de diciembre de 1920, en Palermo (Italia).
El hombre, sin poder recuperarse de la pérdida de su hija, le solicitó al médico Alfredo Salafia -conocedor de las técnicas de momificación empleada en faraones egipcios-, que embalsamara a la pequeña, para que permaneciera intacta por décadas.
Recientemente, el cadáver de la menor fue descubierto en las Catacumbas Capuchinas de Parlermo, llamando la atención de científicos e investigadores, quienes la bautizaron como «La Bella Duermiente».
Con el objetivo de determinar la técnica con que fue momificada, los estudiosos instalaron cámaras en su sarcófago, descubriendo que la niña abría y cerraba los ojos varias veces al día.
Aunque parece tratarse de un fenómeno paranormal, la explicación científica es que los cambios de temperatura y el flash de la cámara al tomarle fotografías, produjeron una foto-descomposición del cuerpo, provocando este efecto de apertura y cierre de sus ojos.
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Agencia/www.diariorepublica.com