Fernando Alonso pasó con nota su primera experiencia como tatuador durante el rodaje de un spot publicitario de una conocida marca de relojes.
El piloto de Ferrari recibió una clase práctica sobre el arte del tatuaje y demostró su sangre fría a la hora de dibujar sobre la piel de la voluntaria.
Fernando Alonso aprendió sin problemas de su maestro y demostró que, como al volante de su coche, no le tiembla el pulso. El propio Fernando también tuvo la suerte de acudir a una clase con un famoso esculpidor de hielo con el que crearon un monoplaza en honor al piloto.
Vía Sport.es