
Como era de esperarse, la pareja de afroamericanos estadounidense más famosa Barack y Michell Obama, quienes hasta el año pasado ocuparon la Casa Blanca estadounidense no se iban a dedicar a dar conferencias en universidades por precios brutales o trabajar de asesores para empresas eléctricas o telefónicas que se habían beneficiado de sus políticas, tal y como suele ocurrir con los expresidentes de esta nación, sino que seguirán en la palestra pública, como productores de series para Netflix .
“El presidente Barack Obama y Michelle Obama han llegado a un acuerdo de varios años para producir películas y series para Netflix, incluyendo de forma potencial series de ficción, programas informativos, docuseries, documentales y películas”, anunció este lunes Netflix desde su cuenta oficial de Twitter.
Esta nueva faceta del matrimonio tiene que ver con su visión de ver la vida y hacer política. “Siempre han creído en el poder de la narración de historias para inspirar”, explicaba Eric Schultz, asesor del expresidente, a la revista Times. ¿Y por qué Netflix estaba interesado en contratarles? Pues porque ellos mismos son un poderoso altavoz para promocionar sus propias producciones: solamente Barack tiene 103 millones de seguidores en Twitter y más de 55 millones de seguidores en Facebook. En estos tiempos de exceso de contenidos y donde llamar la atención es casi una misión imposible, tener tantos followers es una mina de oro para vender las propuestas.
“El presidente Barack Obama y Michelle Obama han llegado a un acuerdo de varios años para producir películas y series para Netflix, incluyendo de forma potencial series de ficción, programas informativos, docuseries, documentales y películas”, anunció este lunes Netflix desde su cuenta oficial de Twitter.
Esta nueva faceta del matrimonio tiene que ver con su visión de ver la vida y hacer política. “Siempre han creído en el poder de la narración de historias para inspirar”, explicaba Eric Schultz, asesor del expresidente, a la revista Times. ¿Y por qué Netflix estaba interesado en contratarles? Pues porque ellos mismos son un poderoso altavoz para promocionar sus propias producciones: solamente Barack tiene 103 millones de seguidores en Twitter y más de 55 millones de seguidores en Facebook. En estos tiempos de exceso de contenidos y donde llamar la atención es casi una misión imposible, tener tantos followers es una mina de oro para vender las propuestas.