
Andrés Galarraga tenía 18 años siendo el único Rey del Jonrón entre los peloteros venezolanos en las Grandes Ligas; desde el 30 de abril de 1997, para ser exactos.
Ese día, en Wrigley Field, superó la marca de 251 cuadrangulares que tenía Antonio Armas. El slugger de los Rockies de Colorado contaba con 35 años y extendió ese registro hasta llegar a 399 conexiones de vuelta entera, la última el 1 de octubre de 2004, con el uniforme de los Angelinos de Los Ángeles de Anaheim.
“Creo que he durado mucho con este récord”, admitió “El Gran Gato”, vía telefónica desde su residencia en West Palm Beach, donde sabe que en cualquier momento su marca quedará en poder de un gran admirador: Miguel Cabrera.
Y así fue: el de los Tigres de Detroit igualó la noche de este viernes la marca de 399 vuelacercas que estaba en único poder del “Gato”. El de Maracay ligó el estacazo ante el lanzador relevista Mitch Harris, de los Cardenales de San Luis, en la parte alta del séptimo tramo del cotejo interligas que se desarrolló en el estadio Busch Stadium.
“Casi llegué a los 400, pero veía que Miguel lo iba a romper en los próximos años”, contó el exinicialista, quien jugó en las mayores durante 19 temporadas. “Si analizas las cosas bien, hay que dar 20 jonrones al menos por 20 años. Si te pones a ver, no es fácil. Lamentablemente tuve muchas lesiones, el cáncer y esas cosas, pero me siento feliz, contento y orgulloso de lo que hice en mi carrera, y el premio grande es el cariño de la gente, especialmente de los venezolanos”.
Galarraga ha compartido mucho con Cabrera en los últimos años, incluso en los pasados dos Clásicos Mundiales de Béisbol, por lo que se creó una muy buena relación entre ambos.
“Quizás tocamos el tema del récord echando broma. Me decía, ‘Gato, voy por ti’”, contó. “Cosas muy pequeñas, pero en broma, con mucho respeto. ‘Gato, este año voy por ti’. Eso me lo dijo el año pasado, antes de lesionarse”.
“Cuidado, que ese va para récords grandes”, advirtió Galarraga. “Mientras tenga salud, él va a dar muchos palos. La salud es su competencia. Si él se cuida y se mantiene, puede superar a Bonds y ser el mejor jonronero de la historia”.
Cabrera, con 32 años recién cumplidos, tendría que dar 364 para alcanzar el récord de todos los tiempos, en poder de Bonds. Eso significa que, dando 40 jonrones este año, tendría que sumar poco más de ocho campañas más con esa cantidad para alcanzarlo. Es decir, debe mantener ese nivel, al menos, hasta los 41 años.
“Ponle que no rompa los récords grandes, pero mínimo Miguelito va a dar 600 jonrones, por lo menos, y creo que me estoy quedando corto”, continuó. “Si él no tiene problemas de lesiones, él va a dar 600 jonrones, pero cómodo, y me voy a queda corto”.
“El Gato” jugó con Bonds, el máximo jonronero de todos los tiempos.
“Para mí son los dos mejores bateadores que haya visto, Bonds y Miguelito”, afirmó. “Ahora mismo tengo que poner a Barry Bonds adelante, por todo lo que hizo, pero a Miguel todavía lo vamos a tener ahí para que nos siga enseñando lo que nos puede demostrar”.
Galarraga se retiró a los 43 años, Bonds a los 42, y ambos alcanzaron sus mejores campañas ofensivas a los 35 y 36 años, respectivamente, lo que genera confianza en el propio “Gran Gato” en el potencial que aún tiene Cabrera por delante.
“Miguel utiliza todo el campo y lo ha demostrado desde que llegó a las Grandes Ligas. La saca por todos lados. Creo que esa es una de las cosas que aprendí estando ya con Colorado, batear más jonrones por la parte del right, center field”, explicó. “Miguelito lo ha hecho así desde un principio y eso es lo que lo ha ayudado a él a hacerlo más rápido que todo el mundo, porque es un buen bateador, que utiliza todo el estadio”.
“Ya ese es un Salón de la Fama, fácil. Imagino que va a ser el tercero, porque creo que (Omar) Vizquel va a ser el próximo”, soltó.
Por eso sabe que Cabrera es el elegido para tomar su testigo y no siente ningún tipo de nostalgia ni tristeza por ceder el trono del poder entre los venezolanos en las mayores.
“Te juro que es una felicidad, porque si Miguel no estuviera haciendo eso no se estuviera mencionando mi nombre ahora mismo”, reflexionó. “Es un orgullo saber que quizás lo motivé, indirectamente o directamente, a que hiciera eso. Los récords están para romperlos y es un honor que los venezolanos sueñen y brillen en las Grandes Ligas”.
Vía Panorama
www.diariorepublica.com