En tiempos de coronavirus, el cubrebocas se ha convertido en una pieza clave para la responsabilidad social.
Su uso puede desacelerar la propagación del virus y ayudar a evitar que las personas infectadas contagien a otras. Los cubrebocas actúan como una barrera, para las gotas de saliva potencialmente infecciosas.
En ese contexto, se ha convertido en el nuevo complemento que se apodera de nuestros armarios. Y gracias a esta nueva normalidad, diversas personas e industrias de todo el mundo han diseñado modelos innovadores de cubrebocas para los usuarios.
En México, algunos diseñadores han lanzado al mercado propuestas creativas de cubrebocas, cuyos fondos recaudados se destinaron a causas sociales. ‘’Es el caso de Carla Fernández, quien fabrica cubrebocas con artesanos de Michoacán, Colima, Oaxaca… y destina un 25 % de las ventas a cada artesano. Asimismo, el diseñador Benito Santos ha donado cubrebocas al equipo del sector salud de Jalisco’’, declara Carlota Gómez, representante de ZonaDamas en México.
En Venezuela, firmas como Melao, Ana Ascanio Couture y Nabel Martins también han diseñado tapabocas y piezas sustentables para colaborar con los ciudadanos. Maria Fernanda Vera, directora creativa de Melao; Ana Ascanio, fundadora de la firma y Nabel Martins, crearon Verticales para apoyar en esta crisis que el mundo atraviesa.
El concepto de Melao, es “Al virus lo mata la solidaridad”. Por esta razón, la firma ha decidido realizar donaciones de tapabocas a diversas instituciones.
“Apoyamos centros de salud como el Hospital Vargas, el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel, el Hospital Universitario de Caracas, el Hospital Magallanes de Catia, Bomberos de Miranda, el Hospital Materno Infantil de Caricuao, así como a diversas fundaciones: Alcaldía de Guaicaipuro, trabajadores del Metro de Caracas, funcionarios públicos y organismos de seguridad. También brindamos ayuda a locales de alimentos, como bodegas en sectores vulnerables de Caracas. Vamos a seguir mientras podamos y con la ayuda de diversas marcas locales con las que hemos realizado alianzas”, menciona María Fernanda Vera.
A su vez, la diseñadora busca generar consciencia sobre lo que consumimos y compramos, así como darle valor y cuidado necesario a cada pieza.
“El camino al Slow Fashion nos hizo crear nuestra colección Tómalo con calma, donde disminuimos la cantidad de piezas, para solo producir lo necesario; además, realizamos una colección al año. Seguiremos educando y creando moda consciente, ética y con sentido”.
Ascanio creó la colección Resilience y, por la venta de cada una de sus piezas dona tapabocas al personal del Hospital Universitario de Caracas.
“Por cada pieza vendida donamos seis mascarillas reusables. La venta de un set equivale a 12 tapabocas. La cantidad exacta dependerá de las ventas. La cápsula cuenta con más de 35 piezas en diferentes tallas, lo que va a generar una donación de 210 mascarillas”, detalló.