La inseguridad, la escasez de alimentos (por guerra económica para unos y no para otros) son las principales razones de los venezolanos que deciden emigar a otros países.
Madres, padres, hijos, hermanos, tíos, primos, sobrinos, todos buscan desde el extranjero el pan de cada día de sus familiares que residen en Venezuela y una mejor vida para ellos mismos. Cuando muchos piensan que la vida en el exterior es fácil y accesible, en muchas ocasiones también se corren riesgos y, peor aún, se encuentran con la propia muerte.
Es triste y lamentable pero cada vez se extiende más la cantidad de venezolanos asesinados en el extranjero.
Lorena Cardozo
Recién se conoció que Lorena Mariana Cardozo, de 22 años, fue hallada sin vida en una carretera de Manta, en Ecuador, sitio que sirvió como zona de liberación, es decir, allí solamente dejaron el cadáver. La mujer, pese a que, según el parte oficial, no presentaba signos de violencia, fue encontrada sin ropa a las 10:00 de la mañana de este sábado 17 de marzo.
Según la autopsia, la dama se asfixió con su propio vómito. Una de sus primas señaló que los familiares de la venezolana no están conformes con los resultados, ya que según ellos, Lorena no consumía bebidas alcohólicas y fue hallada, así lo sostienen, con signos de violencia.
La occisa era oriunda de Chivacoa, estado Yaracuy, pero había decidido viajar a Ecuador –como todos los venezolanos- en busca de una mejor vida.
Lorena iba a regresar al país para su acto de grado pero como éste se canceló, decidió quedarse en el país meridional donde vivía con unas primas en la parroquia Los Esteros.
Con el caso de Lorena, ya son seis los venezolanos que han muerto en el extranjero en este 2018.
Colombia
El primer caso fue el del joven William Romero, de apenas 19 años, quien falleció en Cartagena, Colombia, por un cuadro asmático que padecía. Era de Valencia y llegó en diciembre al vecino país porque en Venezuela no tenía como comprarle las vacunas y los pañales a su bebé de dos meses.
El adolescente, apenas mayor de edad, era asmático de nacimiento y antes de llegar a Colombia había superado una bronquitis. La noche del miércoles 7 de febrero, William llegó al apartamento que alquilaba con su hermana, cansado, puesto a que recorría las calles de Cartagena vendiendo dulces para poder enviarle dinero a su bebé y esposa.
Esa noche, según su madre, le había dicho que estaba cansado y que tenía dificultad respiratoria. Se bañó, comió y se acostó a dormir. Cuando lo fueron a ver estaba grave, lo llevaron al hospital El Pozón y llegó sin signos vitales.
En Venezuela trabajaba como fotógrafo pero, «el sueldo no le rendía» indicó su progenitora.
Wilmer debía controlar la enfermedad con aerosol para el asma pero nunca lo compró.
Su cuerpo estuvo más de una semana en la morgue, ya que los familiares debían recolectar 2 millones de pesos (cerca de $700) para los trámites de repatriación y entierro en su natal Valencia.
También en Colombia:
Este es el último caso y el más reciente después del de Lorena Cardozo. El 10 de marzo se registró el asesinato de Keyra Yinete López Chico, de 26 años. La venezolana, proveniente de Guarenas, Miranda, fue asesinada a tiros en el local en el que se desempeñaba como mesera, ubicado en el municipio Caucasia de la población de Antioquia, mientras intentaba escaparse de la ráfaga de disparos que sicarios le propinaron a otro sujeto.
¿Era su destino? Keyra tenía un mes laborando en el sitio y ese era su último día allí, ya había renunciado, y había planificado irse a Bogotá al día siguiente para reunirse con su novio, quien llegaría una semana después.
Chile
Emblemático. Danny Argenis Hernández Carreño, de 25 años, fue asesinado a puñaladas el pasado 15 de febrero, en Santiago de Chile, cuando iba de camino a su residencia. Éste procedía del estado Táchira.
Hernández intentó defender a una paisana a la que unos delincuentes sometían para robarla en una plaza, posteriormente aparecieron otros hombres y apuñalaron al joven en la espalda con un arma blanca.
De inmediato fue trasladado a la Clínica Dávila, donde cuatro días después falleció.
En Venezuela, Danny estudiaba y trabajaba en una estación de servicio.
México
El 23 de febrero fue asesinada en Ecatepec, México, una venezolana. Quedó identificada como Kenny Finol, de 26 años, quien era modelo y ofrecía sus servicios como ‘scort’.
Su cuerpo fue encontrado frente a una escuela en la colonia Jardines de Santa Clara. Había sido violada, torturada y su rostro desfigurado con ácido y cubierto con cinta.
La bella chica era oriunda de Maracaibo, estado Zulia, y había emigrado a México en el 2015. Allí, un presunto narcotraficante quedó flechado con su belleza y encantos y le pidió que se saliera del mundo pornográfico pero ésta se negó.
Trascendió también que el mismo hombre la maltrataba y que antes de matarla le había fracturado un brazo y cortado el cabello. Pero la joven marabina se puso extensiones y siguió con su vida hasta que le llegó el triste final.
Perú
Este también es un suceso reciente y atroz. Ocurrió en Lima, Perú, el 8 de marzo. Exactamente en la calle Francisco Bolognesi, casa nº 179 del cuarto piso de una residencia, fue apuñalada Siria Desiré González, de 38 años, por su esposo José Ramón Rojas Rengifo, de 42, también venezolano.
El hombre, cegado de celos porque su esposa había llegado en horas de la madrugada de una fiesta ese Día de la Mujer, arremetió contra ella y la mató a puñaladas.
Se conoció que ambos eran oriundos de Maracaibo y tenían dos hijas de 15 y 17 años. Llegaron a Perú hace tres meses, donde ella repartía volantes y él vendía hamburguesas.
El asesino confesó sin ningún remordimiento la razón por la que mató a Siria y fue detenido por la policía peruana.