Tanto el pan como las pizzas podrían desaparecer de los anaqueles y restaurantes del Zulia si no se restablece el suministro de la harina de trigo en el estado, así lo denunció Tulio Beceira, presidente de la Asociación de Panaderos, Pizzeros, Pasteleros y Trabajadores Artesanales del estado Zulia, quien exigió el cumplimiento del suministro de 400 sacos de harina de trigo mensual suscrito con la gerencia de distribución.
La asociación que agrupa alrededor de más de 60 pequeños productores de Maracaibo y San Francisco, se apostó ayer en la procesadora de trigo Cargill de Venezuela, donde planteó que en noviembre la directiva de la planta acordó entregar una línea de producción a la distribuidora que surte a los panaderos artesanales. Un mes después, en diciembre, se paralizó el envío. Y ahora los artesanos de pan, galletas, pizzas y derivados compran el saco de harina a “bachaqueros” entre cinco y seis mil bolívares.
“Cuando el precio de venta es de mil 300 y mil 450 bolívares. Y nos venden con sobreprecio”.
El comprar fuera de la planta a revendedores de Las Pulgas y Playitas les disparó los costos de producción. La escasez de trigo toca a varias plantas procesadoras. La Verdad conoció que la industria reporta caída de la importación del cereal por la limitación en las divisas.
Beceira señaló que la empresa distribuye pedidos a grandes panaderías de Maracaibo, mientras que los pequeños tienen siete meses sin colocación. Solo Monaca, otra industria del trigo, apoya a los negocios con siete sacos mensuales. Cantidad que “no es suficiente”. Aseguró que hay panaderos que necesitan diariamente esos sacos para responder al consumo.
Luis Angarita, directivo de la Asoppaez, resaltó que las fallas en colocación de materia prima paraliza el trabajo de los artesanos. Reclamó atención de la industria proveedora e instó a una reunión para establecer un plan de surtido.
Acusó que en operaciones de emisión de guías de movilización de Sunagro se “están clonando códigos que tenemos nosotros para hacer ellos su trampa”. Apuntó que además hay productoras de pan que tienen irregularidades en el manejo de inventarios. “Hay panaderías que tienen dos y tres códigos y con otros dos códigos los venden y los tiran al mercado negro”.
Vía La Verdad / www.diariorepublica.com