Estos investigadores han demostrado que la melitina, toxina presente en el veneno de las abejas, puede hacer agujeros en la envoltura protectora que rodea al VIH, así como otros tipos de virus como los de la hepatitis, o a la hora de hacer frente a células tumorales. Para ello han creado unas nanopartículas cargadas con esta potente toxina y han observado sus efectos sobre el VIH.
Los resultados de este trabajo también han explicado que la toxina no daña las células normales circundantes, ya que los investigadores han añadido una protección en la superficie de las nanopartículas que permite que, cuando éstas entran en contacto con las células normales, más grandes en tamaño, las partículas simplemente reboten. Sin embargo, el VIH es incluso más pequeño que la nanopartícula, por lo que el virus hace contacto con la superficie de la nanopartícula, lugar donde le espera la toxina de la abeja.
“Una de las ventajas de este enfoque es que la nanopartícula ataca una parte esencial de la estructura del virus. Al contrario de la mayoría de los medicamentos contra el virus que inhiben su capacidad para replicarse, pero no hacen nada para detener la infección inicial, por lo que algunas cepas del virus acaban encontrando formas de evitar estos medicamentos y reproducirse de todos modos haciéndose resistentes”, ha declarado Joshua L. Hood, principal responsable de la investigación.
“La partícula básica que estamos usando en estos experimentos fue desarrollada hace muchos años como un producto de la sangre artificial, no funcionó muy bien para la entrega de oxígeno, pero esta demostrado que circula de forma segura en el cuerpo lo que nos da una buena plataforma para combatir diferentes tipos de infecciones. Teóricamente, no hay ninguna manera de que el virus pueda adaptarse a esto“, agregó Hood.
El potencial de estas nanopartículas cargadas con melitina es muy amplio, ya que podría emplearse para la fabricación de un gel vaginal que previniera la transmisión del VIH, e incluso podría implementarse en tratamientos por vía intravenosa que, en teoría, limpiara el virus a partir de la corriente sanguínea en infecciones de VIH ya existentes, especialmente aquellas que son resistentes a los medicamentos.
Vía CascaraAmarga.es