La red social del pajarito ha servido para miles de cantos falsos, pero la muerte de celebridades y personalidades cobra fuerza. El contagio es tanto que hasta medios centenarios y reconocidos periodistas caen en la trampa. ¿Sabe usted por qué corren tan rápido esos rumores?
Artistas como Simón Díaz, Daniel Sarcos, Lila Morillo, Chino, Lupita Ferrer, han muerto y revivido varias veces. En Twitter.
Los rumores de fallecimientos de personalidades y celebridades han pasado a trending topics en cuestión de segundos en la red del pajarito cuando salta a la vista un rumor. Y los comentarios han puesto en tela de juicio incluso hasta la capacidad de verificación de medios centenarios de Venezuela. Varios se han dado contra el suelo al hacerse eco inútil de un simple rumor. Pero, ¿sabe usted por qué corren tan rápido esos brollos?
Los periodistas y catedráticos de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad del Zulia, Margarita Arribas y Juan Pablo Boscán, conversaron con RevistaRepública y dieron su percepción del grave riesgo para la prensa en la era web.
¿Por qué los rumores de muerte de figuras públicas se filtran tanto en Twitter?
Margarita Arribas (MA): Me imagino que tiene que ver, al menos en parte, con una especie de "travesura" acicateada por la fascinación que produce la posibilidad de que una invención de alguien pueda convertirse en viral, sin mayor problema.
Imagino que quien se plantea este tipo de travesura piensa, con razón, que necesita una noticia posible (la muerte es, ciertamente, una posibilidad en cualquier momento para cualquier ser vivo) y cierta probabilidad (preferiblemente alguien mayor o enfermo). Y, por supuesto, para que sea viral, se necesita que se trate de alguien conocido. Una vez puesta a rodar la bola, empieza la "diversión".
Por supuesto, también existe la posibilidad de que estos rumores sean sembrados por laboratorios de propaganda, con la finalidad de distraer ciertas conversaciones sociales y añadir ruido en el flujo informativo. El mayor triunfo sería, además, pescar a ciertas personalidades o medios haciéndose eco del rumor. Así, se logra ir sembrando la idea de que "Twitter no es confiable" (haciéndolo un todo homogéneo como cuando se habla de "los medios", "la prensa", "el periodismo"), al tiempo que se puede mermar la credibilidad de individualidades concretas.
Juan Pablo Boscán (JPB): Habría que buscar en las razones psicológicas que impulsan a este tipo de personas a cometer tales imprudencias. La base, desde mi perspectiva, está en el hecho de que estas redes han acercado, de un modo si se quiere más íntimamente morboso, a muchos artistas con sus fanáticos. La muerte de una figura pública tiene grandes repercusiones sociales, pero también un fuerte impacto individual.
Otro factor que debe considerarse es el excesivo afán de protagonismo que prima en estas redes; el deseo de figurar y ser retuiteado a gran escala es ilimitado en muchos “tuiteros” que incumplen el protocolo de la red.
-¿Existe algún objetivo, aparte de alarmar, de los rumores en la red social?
MA: Creo que, en todo caso, lo que se pretende es crear ruido, confundir, cansar, ir mermando la credibilidad del vehículo (Twitter, en este caso).
JPB: Justamente, el deseo de figurar, de ser considerado un líder en cuanto al ofrecimiento más inmediato de información de gran trascendencia pública.
-¿Estos rumores son un fenómeno propiciado por la red o solo cambiaron de escenario?
MA: Pienso que siempre han existido. Hoy los vemos en parelelo entre SMS, PIN, Twitter, Facebook… Lo que ha "mejorado" (para los fines del rumor, se entiende) es la potencia que tienen estas plataformas para hacer viral con extrema rapidez y eficiencia el mensaje.
JPB: No son un fenómeno nuevo, pero sí han conseguido en las redes sociales (en general) un escenario con enormes posibilidades de llegar a escalas insospechadas hace un par de años. Tener repercusión viral es un enorme atractivo, aunque el motivo sea ilícito o irresponsable.
-Como usuarios, ¿cómo reaccionan ante el bombardeo continúo de rumores? ¿Han lamentado alguno?
MA: Como reacciono ante cualquier noticia. Primero, ¿cuál es la fuente? Segundo, ¿es una fuente con credibilidad? Tercero, verifico que algún medio serio se haya hecho eco de la noticia (por lo general, pongo el nombre del supuesto fallecido en Google y busco en "noticias", a ver qué pasa). Y evito hacer RT o darlo por hecho en mis comentarios hasta comprobar su veracidad. Hay que tener paciencia. Por ejemplo, alguien me dijo por SMS: "Parece que se murió Carlos Fuentes". Lo primero que pensé fue que mis amigos también se mueven ya con cautela (lo que explicaba ese "parece"). Pero de inmediato vi en Twitter que El País de España lo había tuiteado, y entonces lo di por hecho.
Hace unos meses ocurrió la muerte de una estudiante de la UCV. Un periódico nacional (no recuerdo cuál de los grandes fue) publicó en su página web la noticia, en la que se atribuía la muerte de la joven a las secuelas de un ataque de encapuchados en la UCV unos meses antes, con lacrimógenas y violencia. Si la memoria no me falla, alguna autoridad de la UCV también difundió la información de la muerte, y la causa. La noticia se regó de inmediato. En esa ocasión, hice RT de un comentario de una profesora amiga de la UCV, quien lamentaba la situación. Poco después, la hermana de la muchacha aclaró por Twitter, muy disgustada, que la muerte de su hermana no se debía a esas causas. Me llamó la atención que de inmediato muchos periodistas empezaron a "regañar" a la gente por andar tuiteando sin confirmar. Me espantó que los propios periodistas no vieran que un medio había publicado la información. Eso la convertía en noticia, no en rumor. El medio, en todo caso, era el culpable; no la gente que le había creído. ¿No es eso, que les crean, lo que todo periodista y todo medio espera de quienes lo buscan?
JPB: Todo rumor es una fuente de incertidumbre y ansiedad para quien no sabe cómo evaluar el origen del rumor, el anonimato o la credibilidad del autor y la posibilidad de certeza que pudiera contener. Como profesional de la comunicación no doy credibilidad al rumor y, por tanto, aparte de lamentar la mediocridad y escasa responsabilidad, no les concedo ninguna importancia. No recuerdo ninguno que haya lamentado especialmente.
-¿Qué piensan, entonces, de los medios que, sin verificar, expanden los rumores?
MA: Son irresponsables y están olvidando su papel. Si el periodismo se deja secuestrar por esto, entonces sí desaparecerá. El trabajo del periodismo es verificar, separar la paja del trigo.
JPB: ¿Son realmente medios? No lo creo. La responsabilidad es una condición irrenunciable.
Por: Valentín Finol