El monseñor José Luis Azuaje, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), aseveró que Dios no se muda, que Dios no se ha ido de Venezuela, sino que permanece en el corazón de cada uno de los venezolanos que sufre por el país.
Tal aseveración la hizo en una intervención en el programa La fuerza es la unión, transmitido por RCR, donde exhortó a que el ánimo nos siga acompañando y no agachar la cabeza. “Todos nosotros debemos hacer el esfuerzo por Venezuela, para que el país salga adelante”, reclamó.
En ese sentido manifestó que en democracia deben reestructurarse las instituciones y asuman las funciones que les competen. Allí hizo un llamado al Gobierno, la oposición y las instituciones autónomas.
Llamó la atención a los que han sido electos popularmente, porque su deber es de servicio al pueblo. A la dirigencia opositora le indicó que se necesita de una oposición sana, de servicio al país y no que se oriente al discurso por el beneficio de intereses particulares. La llamó a buscar con urgencia “un diálogo interno”.
“Tienen que volver a las comunidades, donde la gente padece y poder desde allí tener una cercanía, escucharlos”, argumentado que lo que se vive en ellas es una especie de orfandad y están buscando cómo organizarse. Agregó que el pueblo vive necesidades alimentarias no satisfechas.
Dijo preocupado que se ha perdido el encanto de la política y el liderazgo. “Hay que volver a las comunidades dentro de un proceso de solidaridad con el pueblo. Rescatar la presencia del liderazgo político en Venezuela”, finalizó.
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