El 6 de abril ocurrió un hecho inesperado y trágico para los zulianos: El tanquero Esso Maracaibo, que había perdido el rumbo, chocó contra las pilas 31 y 32 del Puente sobre el Lago General Rafael Urdaneta, y derribó 634 metros de estructura. La obra apenas había sido inaugurada dos años antes, y el accidente provocó la suspensión del tráfico por la vía y el retorno, aunque de forma temporal, de los Ferrys.
El historiador Jesús Semprun, co autor del Diccionario de Historia del Zulia, reseña los acontecimientos. “El 6 de abril de 1964 el buque Esso Maracaibo, viajando desde el Puerto La Salina hacia Aruba, a las 11 y 55 de la noche, sufrió un corto circuito y el barco quedó a la deriva, para ir a chocar con su proa contra las pilas 31 y 32 del Puente sobre el Lago, un tramo de 216 metros se vino abajo, 300 toneladas de concreto cayeron sobre la nave, la iluminación del puente quedó trunca en el boquete abierto y los vehículos que no pudieron detener su marcha cayeron al Lago, fueron siete, con ocho muertos. Ocho meses y siete días duraría la reparación, mientras las pérdidas económicas fueron gigantescas, a pesar del servicio de ferrys que sirvió de paliativo; la reinaguración fue el 30 de octubre de 1964”.
La historia del Puente
“A comienzos de 1956 se contrató a la compañía Campenon Bernard de Venezuela para realizar el estudio y selección de una ruta y elaborar dos anteproyectos para las obras a realizar. Se encontraron cinco posibles trazados: Capitán Chico-Altagracia, La Ciega-Punta Leiva, Punta Santa Lucía-Palmarejo, San Francisco-Punta Camacho y Punta Piedras-Punta Iguana, siendo este último el seleccionado, por las ventajas de ubicación, firmeza de las playas de cabeceras del puente, fácil acceso a la zona occidental y campo abierto para las instalaciones y dependencias.
Asimismo, se seleccionó el anteproyecto de la firma Precomprimido y Asociados, que formulaba un puente de arcos de concreto armado, los tres centrales que permitían la navegación por sus alturas. Sería ejecutado en concreto pretensado, con un ancho de 17.40 metros, con cuatro trochas de 3.60 cada unas, dos burladeros laterales de 0.90 y una isla central de 1.20 metros, con una longitud total de 8.678,60 metros, formado por 135 aberturas, más un pedraplén; el puente tiene una altura máxima de 50 metros desde el nivel del agua.
Sus constructores fueron dos empresas constituidas en consorcio, una de ingenieros venezolanos Precomprimido C.A. de Juan Otaola y otra de alemanes Julius Berger A.G.; con proyecto original del profesor Ricardo Morandi de Roma y los cálculos fueron realizados en Wiesbaden (Alemania) sobre todo lo referente a los grandes tramos; el profesor Juan Kerisel del Politécnico de París fue el consultor permanente para el estudio de las fundaciones y clasificación del suelo; en el Laboratorio Nacional de Portugal, se realizaron modelos planos y espaciales para la verificación de las líneas de influencia, obtenidas del análisis. Y en Suiza, en la ciudad de Zurich, tres profesores del Politécnico, G. Schnitter, F. Stussi y P. Lardi, revisaron y aprobaron el proyecto, bajo la coordinación del delegado del Ministerio de Obras Públicas en Europa, Dr. P. Lustgarten.
La obra se comenzó en 1957 en Punta de Piedras, pero se paralizó por la caída de Marcos Pérez Jiménez, para continuarse en el gobierno de Rómulo Betancourt y terminarse en 1962, a un costo de 350.105.830 bolívares, fue inaugurado el 24 de agosto de 1962, con la bendición de monseñor Domingo Roa Pérez, arzobispo de Maracaibo y la asistencia de destacadas personalidades del país como Rafael Caldera, Rómulo Gallegos, el Gabinete Ejecutivo nacional, representaciones diplomáticas, los ministros de Obras Públicas de Colombia, Ecuador, Bolivia y Brasil, el gobernador del estado Luis Vera Gómez y más de 200 mil personas, mientras Panorama lanzaba una edición extraordinaria e inauguraba su servicio de telefoto.
Tres millones de sacos de cemento de 46 kilos cada uno, 22 mil toneladas de cabillas y 2.860 trabajadores habían ejecutado la magna obra, que terminaba 32 años de los tradicionales ferrys, que se despidieron simbólicamente del Lago tres días después, el 27 de agosto, cuando el Caracas al mando de Orángel Urdaneta cumplió el último recorrido”.
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