El cuarto día de la venta de combustible para las placas 7 y 8 se saldó con un escenario similar a sus predecesores. Kilométricas colas, un despacho lento de entre 10 mil y 14 mil litros de gasolina por bomba y ahora con las fallas eléctricas y el Biopago haciendo de las suyas.
La experiencia de Daniel Romero en la estación de servicio el Stud, ubicada en la avenida Padilla ilustra cómo el Biopago no hizo sino ralentizar las colas. «A algunas personas la huella no se les registraba y eso hacía todo más lento, empecé la cola muy temprano, en la madrugada, y me quedé por el parque Urdaneta sin poder tanquear», contó Romero molesto porque se regresó a su casa sin poder tanquear combustible y ahora deberá esperar, si no tiene dólares, hasta la próxima semana.
Y es que el sistema de BIopago, con el que el Ejecutivo espera controlar los 120 litros de gasolina mensuales asignados para cada venezolano, no ha hecho sino dar problemas desde el lunes 1 de junio, cuando se reactivó la venta de combustible.
Todavía son más las estaciones de servicio que no lo tienen que las que sí lo tienen, en la mayoría de los casos solo disponen de un dispositivo y eso también retrasa la venta.
Aparte, la electricidad hizo que los zulianos vivieran un jueves caótico. La estación de La Milagrosa, que había recibido combustible en la tarde del miércoles 3 de junio, no pudo arrancar a las 6:00 de la mañana de este jueves como tenían previsto una falla eléctrica que obligó a su encargado a buscar una planta para abrir a las 9:30 de la mañana hasta las doce del mediodía, como está dispuesto.
En cuanto al despacho, este medio pudo comprobar con un sondeo entre diversas estaciones de servicio de la ciudad que máximo 14 mil litros descargan en cada bomba de la ciudad, algunas, dependiendo de su tamaño, reciben 10 mil litros
Via Panorama/Diario Republica
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