En busca de paliar los efectos de la sequía más severa en los últimos 60 años, catalogada por el Ministerio para el Ambiente, inicia entre hoy y mañana, sobre los ríos Cachirí, Socuy y Tres Ríos, el bombardeo de nubes. Según Elio Ríos, experto ambientalista, el proceso de estimulación de lluvias puede tener hasta un 90% de efectividad, de ser bien ejecutado.
“Todo depende de la técnica de quien lo haga y de la humedad en la zona, si hay un buen asesoramiento y técnica, puede ser hasta un 90% efectivo. Ambos casos, aéreo y terrestre, son muy efectivos si se efectúa de forma perfecta. Va a depender también de las características que tenga la región”, detalló Ríos.
La siembra de nubes, producto de sustancias hidrogénicas, busca aumentar su tamaño para que se vuelvan pesadas y se produzca la precipitación. El método, anunciado por el titular del Ambiente, Miguel Leonardo Rodríguez, causarían lluvias en las cuencas de los ríos que surten de agua a los embalses Tulé, Manuelote y Tres Ríos, que mantienen reservas de unos 60 días.
“La prueba quedó entre 1968 y 1972, cuando fue usada como guerra ambiental, que logró inundar Vietnam, es una de las primeras evidencias. En España se ha usado en sembradíos. La garantía que se tiene es el resultado de dónde se ha usado y la efectividad que ha tenido”, indicó.
Para Ríos, hay condiciones que deben darse para tener el resultado esperado de este proceso. “Lo que deberíamos saber es que la siembra de nubes no solo debe hacerse encima de la zona donde queramos que llueva, también desde donde vienen los vientos (…) Se debe determinar hacia dónde apuntar, de dónde vienen los vientos, dónde se produce la humedad y cómo entran las nubes en la región norte del Zulia. A lo mejor tendremos que bombardear en el Golfo de Venezuela, encima de Mara y Guajira”, explicó.
Entre 2009 y 2010, se utilizó este procedimiento para estimular la caída de lluvias y estabilizar los niveles de los embalses Guri y El Lagartijo. Para que una nube pueda ser sembrada debe encontrarse entre los 6 y 8 kilómetros de altura. Luego del bombardeo, la precipitación debe ocurrir en un plazo no mayor de 20 minutos.
El ministro para el Ambiente, Miguel Leonardo Rodríguez, estaría presente en el Zulia para liderar el proceso junto a expertos del Inameh y técnicos de Cuba. Rodríguez estuvo reunido el lunes pasado en la nación centroamericana con técnicos del Instituto de Meteorología de Cuba.
“Contamos con el apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba en el proyecto de siembra de nubes (…) En esta discusión también se abordó la situación por la que atraviesa el estado Zulia”, escribió.
Trabajo de Panorama
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