Rumbo hacia pleno sur del mapa del Zulia, como quien busca las entrañas del Lago, dos pueblos retumban con el ritmo del chimbánguele y la sangre de los negros esclavos que trajeron a América su Santo Negro durante la Conquista. Son Bobures y Gibraltar.
Su historia está llena de pasión: a los españoles enfrentaron con vehemencia sus primeros pobladores, y de ello quedó testimonio: flecharon el Cristo que presidía la nave central de la Iglesia de Gibraltar. Aún se pueden ver las huellas en la abultada madera negra.
Los corsarios también tienen su cuota histórica en San Antonio de Gibraltar. Es que, antes del siglo XVIII, esta era la zona de mayor movimiento comercial del creciente territorio regional. Sólo que el resplandor del sempiterno Relámpago del Catatumbo -aquel que los cronistas coloniales refieren que confundía a los sanguinarios cazadores de tesoros del Caribe haciendo parecer ciudades de plata bajo los cielos del Sur del Lago- les dificultaba el acoso.
A las trabajadoras manos de los vecinos bobureños les debemos el cultivo de uno de los mejores cacaos del país: el porcelana, de fama mundial, y el cual es la carta de ciudadanía venezolana. Existen pruebas científicas que demuestran que el chocolate que endulza al mundo nació en el Sur del Lago de Maracaibo y de allí fue llevado a México, asegura Jorge Redmond, maestro chocolatero venezolano.
Así es de rica la zona, en historia y en belleza. Lo más atractivo del paisaje del Sur del Lago, además de su historia, son su tupida naturaleza y torrentosos ríos, que caen de la cordillera andina para desembocar en el Lago de Maracaibo. Particularmente destacan las rutas lacustres de los puertos de Bobures, Gibraltar, Santa María y San Antonio de Heras. Y la indescriptible, abrumadora, belleza del Caño La Maroma, uno de los Parques Ecoturísticos desarrollados por la Gobernación Bolivariana del estado Zulia, bajo el liderazgo del Comandante Francisco Javier Arias Cárdenas, con apoyo del Gobierno Nacional.
Tomando la vía Panamericana hacia el municipio Sucre, donde se encuentran estos dos pueblos, no se puede pasar de largo en el Kilómetro 13, y deleitar el paladar con las exquisitas arepas peladas bañadas de crema y queso de cabra. Esta es apenas la antesala al festín gastronómico que se disfruta en la zona: pescao embasurao, guisos en coco, sopa de cangreja.
Y parte del circuito gastronómico del Sur del Lago, tierra ganadera por excelencia, donde el plátano, la leye y el queso son la Trinidad del arte culinario local.
Bobures y Gibraltar son todo un descubrimiento. Allí mismo, en la orilla de la playa, hay quioscos donde expenden platos tan económicos como exquisitos.
Gibraltar cuenta con un patrimonio arquitectónico fundamental. Y los pueblos Santos: San Antonio, Santa María y San José de Heras rinden tributo a sus nombres, son pueblos cuyo atractivo más preciado es su gente sencilla, buena y de gran talento deportivo.
Vale la pena adentrarse en la cuna del toque fundamental de la cocina zuliana: el coco, y de la vibrante música de los chimbángueles, gaita de tambora, tambolargo, parrandas y aguinaldos, mientras aguardamos el Tren del Sur, el buque Venezuela perdido en zona cenagosa, la posada en Congo Mirador, las embarcaciones lacustres que nos llevarán desde Maracaibo cruzando el colosal saco de agua, gracias al esfuerzo histórico del Gobierno Bolivariano.
Entre tanto, los revolucionarios ecobuses de la Corporación Zuliana de Turismo, CORZUTUR, que parten en temporada alta y baja del Terminal Ecoturístico Multimodal Parque La Marina de Maracaibo en el despliegue histórico denominado Rutas Ecoturísticas del Zulia, preparan prontos periplos al misterioso, exuberante e inolvidable Sur del Lago, para seguir la Ruta Ecoturística del Zulia, un Brillante destino que nos une.
Nota de Prensa GBZ / www.diariorepublica.com