Con fe, amor y devoción fue recibida la noche de este sábado la Virgen del Rosario de Chiquinquirá por su Grey zuliana. Este año se mostró ataviada con un manto celeste decorado con el mapamundi, adornado con las medallas que ha recibido por las promesas de los devotos venezolanos que viven en el exterior agradeciéndole los favores y milagros concedidos.
Monseñor Reinaldo Del Prette, arzobispo de la Arquidiócesis de Valencia, presidió la eucaristía y agradeció la invitación, que según comentó, estaba pendiente desde el año pasado.
Esta fiesta mariana, en la que participaron miles de personas, se e nmarca en el cierre del Año Jubilar de la Misericordia que culmina el próximo 13 de noviembre.
A las 5:20 de la tarde inició la misa en la plazoleta de la Basílica. Se cuidaron todos los detalles de logística y organización. El altar estuvo dispuesto con rosas rojas y amarillas. Los pilares fueron adornados con orquídeas, y unos medallones con la imagen de la Divina Pastora, la Virgen del Valle, la Virgen de Coromoto y de Jesús de la Misericordia.
El presbítero Eleuterio Cueva,párroco de la Basílica, y y el padre Eduardo Ortigoza acompañaron a monseñor Del Prette.
El gobernador Francisco Arias Cárdenas y la primera dama Margarita Padrón de Arias asistieron al acto, así como la alcaldesa de la ciudad Eveling Trejo y los miembros del gabinete regional y municipal.
“Este año en Venezuela estamos viviendo momentos de crisis. Los venezolanos esperamos por un diálogo que llegue a conclusiones”, manifestó el arzobispo de Valencia, durante la homilía.
A su vez invitó a los venezolanos “a abandonar las ideologías que los separan y unirse como hermanos”.
“Si todos somos hermanos no nos podemos pelear por ideologías, ¡no sirve para nada la ideología!, lo ha dicho el papa Francisco. Solo importa el hombre y ante el hombre todos debemos unirnos. Espero que todos los venezolanos superemos esta situación, que la Virgencita nos abra el corazón y la mente para que busquemos juntos el camino del progreso y de la paz, para eso hay que superar todas las divisiones y tonterías, todos los ismos que nos han dividido y que no tienen sentido”, dijo.
“Pensamos distinto, pero nos une el amor a la Madre de Dios, a la Chinita, somos bautizados, somos hermanos, para eso vino Jesús para decirnos que somos familia”, agregó.
Al culminar la liturgia, inició la tradicional ceremonia de la Bajada de la Dama del Saladillo por la rampa, de unos 60 metros, desde el camerín hasta la plazoleta. A las 7:20 de la noche comenzó a descender en medio del canto gaitero de Los Chiquinquireños, quienes interpretaron sus temas de la producción 2016, como Una luz en el camino, La Llave y Chiquinquireña. También entonaron La Tablita y ¡Ay Mi Chinita!, de Neguito Borjas.
“Te encomendamos nuestras necesidades y peticiones. Acudimos a ti Madre y pedimos tu intercesión”, oró la feligresía.
A las 8:45 de la noche, la Patrona de los zulianos salió en hombros de los Servidores de María a recorrer las calles del Saladillo.
El próximo 18 de noviembre se conmemoran 307 años de la renovación milagrosa de la imagen en la Tablita. ¡Qué viva la Chinita, qué viva la Reina Morena!
Fotos: Leonel Sandrea / Luis Bravo
Vía Panorama/www.diariorepublica.com