En el río Catatumbo, Colombia, solo existe un puesto militar, con el mismo nombre, desde donde se ven ocho uniformados. Revisan de forma exhaustiva cada una de las canoas que atraviesan ese afluente. El destacamento está justo donde la vía fluvial se divide: una ruta sigue llamándose Catatumbo y atraviesa Colombia hasta llegar a las cercanías de Tibú. La otra se llama Río de Oro, donde están las comunidades indígenas de ambos países y, a simple vista, los cultivos de coca.A solo dos kilómetros de ese destacamento está un poblado en ruinas llamado La Vaquera. Aún quedan pocas residencias y algunos perros cuyos ladridos se oyen desde el río.
Allí, donde paran la mayoría de las canoas colombo-venezolanas y donde detuvieron en 2009 a un indígena de la etnia barí y a cuatro colombianos acusados de narcotráfico, está el centro de operaciones de Víctor Manuel Navarro, alias Megateo, líder de una pequeña facción disidente del desmovilizado grupo guerrillero Ejército Popular de Liberación (EPL).En una entrevista publicada el 20 de julio en la revista colombiana Semana, Megateo aseguró que trabaja en paz y de forma aislada con los otros dos grupos insurgentes. Reconoció que, además de tener a sus hombres que transportan la cocaína, fue él quien abrió la ruta Ocaña-Cúcuta-Venezuela, cuyos alijos terminan entre los estados Táchira y Zulia.
Defensores de derechos humanos, dos de ellos radicados en Tibú pero que tuvieron presencia en poblados como La Pista, Colombia, coinciden en que los hermanos Koriotos tienen el monopolio del tráfico de cocaína en esa zona. Solo se encargan de facilitar el transporte de la mercancía de Megateo y allí esperan a sus clientes, no identificados aún por las autoridades colombianas; tampoco por las venezolanas.
Los Koriotos, apodados así por una serie animada japonesa, son tres hombres jóvenes que nacieron en el poblado de La Gabarra (Norte de Santander, Colombia) y tienen entre 28 y 40 años. El mayor de ellos, Eliumer Guerrero Sánchez, alias Yumer, tiene orden de captura en su país por el delito de narcotráfico y está prófugo después de una breve detención. Trabaja junto con sus hermanos Said -apodado Pita- y Danilson -alias Nicho- y la comandancia de la Fuerza de Tarea Vulcano reconoce que cuentan con cédula de identidad venezolana y algunas propiedades en el municipio Catatumbo. Últimas Noticias revisó el Registro Electoral de 2012, pero allí no figuran los tres hermanos.El crecimiento de los Koriotos no suma más de seis años.
Después de las desmovilizaciones paramilitares y la desarticulación del crimen organizado de ese departamento por la captura o muerte de algunos de sus viejos líderes, los hermanos entraron al juego ofreciendo abrir nuevas rutas llevaban al mismo destino: Venezuela.
Según una fuente del vecino país, los Koriotos, después de ser productores humildes, abrieron sus contactos a través del cuñado de Pita, que es Jesús Antonio Londoño Zapata, alias Toño, y a quien la Fiscalía colombiana investigó por ser presunto testaferro del “Loco Barrera”, narcotraficante colombiano capturado en el estado Mérida el año pasado y luego deportado a Colombia.Más tarde, iniciaron sus negocios con “Corinche”, que mantiene el control en los municipios de ese departamento, pero alejados de Venezuela y que, además, sostenía relaciones con el Ejército Popular de Liberación de acuerdo con lo revelado por voceros del Ejército colombiano.
Camino de agua: Una vez con la droga de Megateo en las manos, los Koriotos la llevan a fincas que están cerca del río Catatumbo o desde el sector El 60 (Norte de Santander, Colombia), que es un islote en medio del río. Luego la trasladan en canoa por período de dos horas hasta llegar a La Vaquera (Jesús María Semprún) o incluso al municipio Catatumbo burlando el puesto militar y pasando por debajo del puente.
Pese a que de esa ruta se conoce poco en Venezuela, para los colombianos es una vieja y sencilla vía de traslado. Incluso, un informe del Sistema de Alertas Tempranas de Colombia, que data de 2006, reza: “… En consecuencia, la zona de frontera cobra mayor importancia para los actores armados, en especial para las autodefensas, por cuanto logran mejores precios para los derivados de la coca, garantizan la comercialización y exportación de la droga…”.
Para la Fiscalía colombiana, al menos dos toneladas salen cada año por la vía fluvial. Las llevan en canoas pequeñas que no cargan más de 50 kilos y recorren toda la ruta hasta llegar al municipio Jesús María Semprún.
Otras rutas: Al menos cinco ganaderos del Sur del Lago de Maracaibo aseguran que la vía de la cocaína no deja de ser fluvial a pesar de la existencia de otros caminos terrestres. Una vez que los Guerrero entregan la mercancía a sus compradores en territorio venezolano, estos la trasladan a través del río -en ocasiones por carretera- hasta el municipio Catatumbo. Penetran la Ciénaga de Juan Manuel y desde allí la narcocanoa se extiende por el lago hasta las costas del municipio Sucre.
Luego, la droga ingresa al estado Trujillo y de allí al resto del país. Este estado, muy cercano al municipio Sucre del Zulia, está gobernado por Henry Rangel Silva, ex ministro de la Defensa, quien figura en la lista negra del Departamento del Tesoro de EEUU por presuntos vínculos con actividades del narcotráfico.
Esos productores agropecuarios, quienes hablaron sin revelar su identidad, conocen la ruta porque poseen propiedades en los municipios Jesús María Semprún y Catatumbo y tienen contacto con quienes eran dueños de las fincas expropiadas.Los ganaderos y la Fuerza de Tarea Vulcano en Tibú coinciden en que no solo el río de Oro y el río Catatumbo son las vías de penetración.
Los Koriotos traen la droga también por los afluentes Socuavó, Tarra y Zulia, que todos nacen en Colombia y se unen en distintas direcciones al río Catatumbo a la altura del municipio de ese mismo nombre. La facilidad de embarcar las panelas de coca en Tarra, Zulia o Socuavó en Tibú es que al cruzar la línea fronteriza y llegar a Zulia no existen puntos de control ni fluviales ni terrestres dentro de las extensiones de tierra de algunas fincas.Cuando arriban a territorio venezolano, a través del río Zulia, siguen navegando hasta llegar al poblado de El Guayabo. Allí existe un fundo llamado Blanca Aurora que tiene más de seis mil hectáreas y cuyas tierras son divididas por ese afluente. Los cinco ganaderos se quejan de que dentro de esos terrenos no existe vigilancia y al entrar allí puede ocurrir cualquier cosa.
Blanca Aurora fue expropiada por orden delInstituto Nacional de Tierras y su director, Juan Carlos Loyo, fue denunciado por los antiguos dueños por no tener motivos para la orden de estatización. Las canoas cargadas con cocaína siguen la ruta en dirección norte hasta llegar a Encontrados, capital del municipio Catatumbo.
Ya los ríos se unen con el Catatumbo en una finca llamada San Miguel, también expropiada por orden de Instituto Nacional de Tierras y cuyos representantes, la sociedad mercantil La V, SA, iniciaron una querella contra Loyo después de declarar sus 1.363 hectáreas como ociosas, aun cuando producía 1.500 litros de leche por día. Esa finca es dividida también por el río Catatumbo, así que es espacio obligatorio para terminar la ruta desde Norte de Santander hasta el Congo Mirador, en la Ciénaga de Juan Manuel. Ahora, esas tierras, que no mantienen el margen de producción anterior a la expropiación, están en manos de cooperativas.
“No conocemos a los miembros de esas cooperativas. Hay muchos colombianos y no sabemos qué hacen porque nuestros obreros se han ido a Norte de Santander, pues es más rentable cultivar coca que ser obrero en una finca”, se quejó uno de los ganaderos, ya secuestrado por las Farc, que se negó a identificarse.
Autoridades
El general Jesús Alberto Morales Guerrero, jefe del Comando Regional número 3 de la Guardia Nacional, reconoció que desde hace tres meses investigan rutas del narcotráficoque se inician en el Sur del Lago de Maracaibo y que terminan en las islas del Caribe después de pasar por ríos y carreteras del estado Zulia. Dijo que, pese a llevar el procedimiento, desconoce la existencia de los Koriotos, aunque ya han apresado a colombianos nacionalizados en sus operativos.
La Fiscalía colombiana acusa a Megateo de ser el responsable del ingreso de droga a México a través de Venezuela. El Ejército de ese país dice desconocer mayores detalles de sus movimientos en Zulia por no tratarse de su jurisdicción.
Vía Últimas Noticias