Por Francisco Arias Cárdenas
Estamos en Pascua de Navidad. Dos palabras de sentido trascendente, que la sociedad de consumo ha encasillado a una angustia intrascendente, por la apariencia, desvinculándola del origen sagrado de tales vocablos.
De origen latino, la palabra Navidad significa Nacimiento de la vida para ti. Pascua, de raíz hebrea, es pasar: de la esclavitud del miedo y la injusticia, a la libertad de la esperanza y la justicia; paso de la muerte a la resurrección. En suma, es un tiempo en el cual celebramos el paso a un renacimiento de lo mejor de nuestro ser, dado por Dios.
El Papa Francisco bien lo dijo claramente en su homilía de la Nochebuena: Navidad es tiempo para transformar la fuerza del miedo en fuerza de la caridad… que no se conforma ni naturaliza la injusticia sino que se anima, en medio de tensiones y conflictos, a ser casa del pan, es decir, paso a un espacio interior y exterior para ofrecernos, acoger y unirnos al prójimo en busca del bien común.
Es pertinente para todos, en lo individual y en lo colectivo, meditar, reflexionar y en consecuencia, actuar en estos momentos de dificultades y retos grandes para la patria, entendiendo la patria no sólo como el lugar geográfico, sino también el espacio moral, espiritual, colectivo y familiar en el cual transitamos la vida.
Y es que la superación de los problemas económicos pasa –sí, otra vez la Pascua- por un renacimiento de lo moral, de lo ético, en los venezolanos: por liberarnos de la contracultura instalada del aprovechamiento voraz del petrodólar, de las necesidades vitales del pueblo, y hasta del vecino, para amasar fortuna, o como estrategia de sobrevivencia.
Fútiles son las celebraciones, si este tiempo de Pascua de Natividad no es más que una práctica hueca de ritos y tradiciones, si no nos mueve a un cambio evolutivo en lo personal y como ciudadanos.
Dejemos que ese Niño Divino renazca y actúe en nuestros corazones, en el día a día. Como recomendaba San Francisco de Asís: comienza haciendo lo necesario; luego haz lo posible y de repente estarás haciendo lo imposible.