Por Henry Ramírez.
La acción mancomunada del Gobierno Nacional (Ministerio de Transporte Terrestre y de Obras Públicas) y de la Gobernación Bolivariana del Zulia acaban de anunciarnos la construcción de un nuevo sistema de transporte para Maracaibo: TRANS/MARACAIBO. Comienza con la aprobación de 489 millones de bolívares y la llegada de 25 autobuses llamados BRT (Bus rapid transit por sus siglas en inglés; suenan mejor si le conseguimos un nombre más nuestro). En sus inicios TransMaracaibo cruzará la avenida C3 al oeste de Maracaibo, en un canal exclusivo de 18 kilómetros de recorrido, contará con 27 paradas, dos terminales y un patio.
Desde el año 2008 venimos proponiendo para Maracaibo un sistema de éste tipo. Desde nuestra visita a Curitiba, capital del Estado de Paraná en Brasil, nos convencimos que era posible implementar un sistema de transporte público, moderno, eficiente, y al mismo tiempo masivo y ligero, sin los gastos faraónicos de las estructuras pesadas tipo metro o tren. El sistema de Curitiba que funciona desde hace más de treinta años inspiró el modelo del Transmilenio en Bogotá. Su implementación allí, una ciudad de poco más de ocho millones de habitantes, le ha cambiado su faz urbana y ha contribuido a repensar que más que movilización y transporte nuestras ciudades requieren una política de movilidad urbana. Que podamos implementarlo en Maracaibo da cuenta de la vigencia de los intereses de las mayorías sociales en el diseño de las políticas públicas del Gobierno Bolivariano.
Maracaibo por su perfil topográfico y urbano reunía las condiciones para la implementación de un sistema de este tipo. Incluso nos parecía más viable que la primera línea del Metro, cuyo impacto en el transporte masivo de pasajeros se ve cuestionada por la poca afluencia que tiene su recorrido y se ha optado por colocarle buses alimentadores. Lamentablemente al ente competente en materia de transporte público que es la Alcaldía de Maracaibo le resbala este debate. Su política se agota en los ajustes de las tarifas del “corto” y “largo” todos los años. La desidia, ineptitud e indolencia con la que aborda este asunto y tantos otros asociados a la vida, trabajo y convivencia en Maracaibo nos empuja día tras día hacia la tragedia de padecer la ciudad antes que disfrutarla.
Desde hace más de siete años venimos proponiendo un Plan de Movilidad Urbana. Que no solo movilice si no que favorezca el traslado digno, el transporte decente, el disfrute del maracaibero de a pié. Que no se agote en la movilización; sino que construya movimiento de la ciudad que le de vida a los espacios públicos, revitalice la convivencia del barrio o la urbanización y transforme el tejido urbano. Que sea una propuesta integral pues el sistema de bus rápido y los autobuses Yutong con aire acondicionado corren el riesgo de quedar aislados si no vienen acompañado de un sistema de semaforización y de terminales satélites y de transferencia, la regulación del transporte particular y de carga; sin que se le dé a las personas con discapacidad la posibilidad de desplazarse por la ciudad y, lo más importante, sin que emerja una nueva cultura ciudadana para la Maracaibo que soñamos.
TIPS.
√ Dos años de gobierno del comandante Arias han significado inclusión y prosperidad para el pueblo zuliano. Más de 70 mil viviendas, vialidad consolidada, rescate de escuelas y reactivación de ambulatorios, la C3, los espacios para la vida, los logros del programa “cero secuestro”, el cierre de la cárcel de Sabaneta, el plan de recolección de basura en Maracaibo, la modernización del transporte público, la iluminación de calles, avenidas y ornato de la ciudad, su posición dialogante para la resolución de los problemas. Propios y opositores no hacen sino sumarse a su acción de gobierno y liderazgo.
√ La falta de una política de mercados municipales en la ciudad ha hecho de estos lugares antro de especulación, bachaqueo y tráfico abierto de productos regulados y de los que no lo están. Que decir del Casco Central en general donde reina el sucio, el hurto, la estafa, la inseguridad ciudadana y del consumidor.
Henry Ramírez.