Abog. Eduardo Labrador
Muchas veces nuestro comandante eterno Hugo Chávez Frías nos orientó en cuanto al camino de las acciones políticas, señalando que “con la Constitución todo y sin la constitución Nada”, y esa máxima ha inspirado nuestro hacer y andar como organización política. Hoy, activista opositor Juan Pablo Guanipa, ignorando el mandato popular, desconociendo el Estado de derecho y promulgando desafueros y arrebatos en su negativa de acatar el mandato de la plenipotenciaria Asamblea Nacional Constituyente de juramentarse ante el poder originario, decidió de manera ad libintum no presentarse .
Sin embargo hay que recordar al texto legal cuando de manera taxativa señala nuestra CBRV en su artículo 349. “El Presidente o Presidenta de la República no podrá objetar la nueva Constitución. Los poderes constituidos no podrán en forma alguna impedir las decisiones de la Asamblea Nacional Constituyente”.
Ante todo hay que dejar claro que sean cumplido todas las formalidades de ley, ya que, el citado gobernador electo dejo sin efecto el mandato popular y desconoce a la Asamblea Nacional Constituyente, lo que implica que desconoce la voluntad del pueblo de Venezuela, pero si quiere que le reconozcamos el mandato del pueblo del Zulia.
No se trata de un problema de jerarquía jurídica o legitimidad, trata en todo caso de un plan, de una estrategia caotizante que busca reforzar al estado venezolano a situaciones de tensión para legitimar exabrutos políticos.
Tras la proclamación del Consejo Nacional electoral sobre el resultado de los comicios para gobernador en el estado Zulia, se agotó el tiempo para que el gobernador electo acatara y asumiera las responsabilidades del cargo entendiendo que estas comienzan por su juramentación Ante la ANC.
Al no producirse ese hecho, la magistratura zuliana no puede quedar acéfala de manera indefinida, por lo que acatando las disposiciones de la propia Constitución del Estado Zulia y la facultades que le son propias al Consejo legislativa del estado Zulia se procedió ante todo a declarar la falta absoluta de gobernador electo debidamente tipificado en el artículo 75 de la mencionada constitución.
“Cuando la falta absoluta del Gobernador electo se produzca antes de tomar posesión, se encargara de la Gobernación el Presidente del Consejo Legislativo, mientras se procede a la elección de un nuevo Gobernador dentro de los treinta (30) días consecutivos siguientes”.
Así pues, el referido ciudadano le ha dado la espalda al pueblo que lo eligió, y el Estado tiene los mecanismos para superar estos vacios de poder y asegurar la continuidad de la acción gubernativa, por esas razones de argumentos legales la Asamblea Nacional Constituyente convoca a elecciones en el Zulia.
Más allá de los dimes y diretes basados en la retorica compulsiva de la oposición que busca en todo momento escindir al estado y la sociedad como elemento ajenos, inconexos y enfrentados, existe una lectura amplia y profunda sobre la madurez del pueblo venezolano en relación a la actuación de sus líderes políticos .
El pueblo sabe y reconoce quienes venden sus posturas tanto a los intereses nacionales o extranjeros, el pueblo sabe quiénes son los que salieron a buscar sanciones en el exterior, sabe además quienes promovieron la guarimba y también quienes se quedaron en su casa mientras los hijos del pueblo entregaban se arriesgaban en la calle.
De ahí que, en el Zulia habrán nuevas elecciones para gobernador, no vengan a chillar que si una cosa o la otra, estamos en un estado de derecho y la ley se cumple, y el pueblo manda. Ahora para que lanzarse en una contienda electoral si nos vas a reconocer a quien te reviste de autoridad, para que recorrer tantos años barriadas y comunidades si cuando llega la hora de representarlos ignoras el mandato popular. Para que hacer planes y visitas institucionales si el verdadero propósito de Primero Justicia en destruir el estado constituido. Solo con el mero afán de ser el gobernador de la nada, un heraldo del complot, saboteo y otros artilugios de su organización política en contra de la revolución y el pueblo venezolano, pues si no fuera asi, y en su conciencia estuviera el deseo y la voluntad de ayudar a este noble pueblo del Zulia. Mil veces cualquier líder social hubiera asumido las responsabilidades de rigor.
Quedara en la historia de los hombres breves, los que no aportaron nada, los que se fueron , los que se inventaron una historia para resolver sus problemas de ego. La historia de los que no hacen falta. Al fin de cuenta, de la nada.