Por Abog. Eduardo Labrador
Hace años una serie televisiva puso de moda esa frase, en un lugar llamado la isla de la fantasía, Tatoo alertaba a su jefe de la llegada de nuevos clientes, turistas, hoy diríamos votantes. Caló tanto aquella serie que hasta los profesores universitarios de Luz, la acuñaron para la deuda que tenía el estado venezolano con ellos durante la cuarta república desde los años 70, deuda que por cierto honró el presidente y comandante eterno Hugo Chávez.
Pero la isla de la fantasía aun continua en la mente de quienes se creen los cuentos de caminos, y han querido hacer ver a Venezuela como un país hostil, donde las libertades democráticas no existen o donde no se respeta el derecho constitucional.
Los apátridas se centran en la figura de algunas personas detenidas, sujetos que han cometido delitos y violaciones a nuestro ordenamiento jurídico, y que por su práctica o aspiraciones políticas quieren vestirlos de santurrones cuando son responsables de horrendos hechos.
Nadie se come el cuento de yo no fui, que en boca de Tintori y Militza presentan a sus cónyuges como victimas cuando han tratado sostenidamente de socavar y promover la rebelión, el derrocamiento y el golpe de estado en Venezuela. Y es que la oposición vive en la isla de la fantasía, donde los venezolanos no tenían memoria ni capacidad critica, donde la partida secreta de Carlos Andrés Pérez alcanzaba para acallar toda acción reivindicativa.
Pues señores dirigente de la oposición, vuelvan a la realidad, los conocemos bien, ustedes quienes saltan de alegría cada vez que el Departamento de Estado norteamericano hace algo, ustedes los aspirantes, quienes han intentado provocar caos y desafueros en todas las áreas en el territorio nacional, están contra la pared frente a un pueblo valiente y sabe de lo que son capaz ustedes de hacer.
Han traído comandos desde afuera para hacer acciones sucias, contratan robots para inundar las comunicaciones, han infectados las rutas de internet haciendo aparecer las imágenes de sus allegados o presentado una imagen negativa del país, sabotean todo tipo de comunicación y distribución de alimentos, interfieren abiertamente en el mercado de divisas para empujar sostener y mantener la inflación, aúpan el desorden y la confrontación y lo peor …. No son sus tretas… sino que detrás de ellas no hay nada. Solo el furibundo pataleo de quienes se han negado a perder sus cuotas de poder heredadas desde la formación del país.
Otra vez el avión, no es mas que la junta electoral donde aspiran seguir juntando fuerzas para sus propósitos mezquinos, frente a ellos la marea roja inundará de alegría y paz asegurando el futuro de la patria. Lucharemos y venceremos.
Abog. Eduardo Labrador
Dip. Consejo Legislativo del Estado Zulia
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Twitter: @labradoreduardo