Por Segundo Chirinos.
A Diosdado Cabello se la tienen jurada los “caimanes” de la oposición en Venezuela, lo han convertido en la perla de la corona, su cabeza tiene precio. Objetivo: desbancar el socialismo, acabar con la unión cívico militar, sepultar el legado de Hugo Chávez. A la dirigencia opositora le incomoda la lealtad del presidente de la Asamblea Nacional con el presidente Nicolás Maduro, y a Diosdado Cabello lo ven como el hombre fuerte del proceso de cambio que vivimos en Venezuela.
Así ha actuado siempre la oposición, así ha sido siempre, así fue con el presidente Chávez en sus 15 años de gobierno. La oposición se dio a la tarea de separarlo de personas de su afecto, defensores de nuestro proyecto socialista; empezaron por algunos actores del 4 de febrero y, lamentablemente, lo lograron. La traición se ha hecho presente, pero el sólido liderazgo de nuestro comandante eterno los pulverizó en sus componendas y algunas traiciones.
No le perdonan a Diosdado Cabello la lealtad a Hugo Chávez, a su legado, mucho menos el respaldo incondicional al presidente Nicolás Maduro. Por eso la campaña orquestada desde el exterior con intereses imperialistas de querer implicarlo en narcotráfico y, lo peor, calificar al país de narco Estado. Vieja práctica del gobierno yanqui cuando quiere acabar con cualquier democracia en cualquier país petrolero que no deja pisotear su soberanía nacional.
Las garras de la traición de un militar como Leamsy Salazar, cuestionado, que sale huyendo de Venezuela y dice ser perseguido político, como lo demuestra la historia de vulgares delincuentes políticos de la 4ta república es, lamentablemente, la de algún disfrazado de revolucionario que se va para no ser enjuiciado por delitos cometidos aquí en la patria de Bolívar.
La revolución el socialismo, necesita de mucha unidad, para estar siempre fortalecida, como estamos, pendientes de nuestros camaradas, de los dirigentes políticos, sociales, para evitar ser confundidos con falsos mensajes y la creación de dudas a las políticas del gobierno nacional.
La guerra económica, la guerra mediática, el vil asesinato de dirigentes del oficialismo, es una muestra de que la oposición en Venezuela está conspirando. La ambición de poder es desmedida. Hoy, más que nunca, hay que fortalecer la unidad cívico militar, no permitiendo que pretendan destruir la imagen positiva de nuestra Fuerza Armada.
Estamos en plena campaña electoral a la Asamblea Nacional; vendrán más ataques bestiales a la revolución y a nuestros dirigentes políticos. La idea es ponernos a pelear y dudar de verdaderos camaradas, auténticos revolucionarios del 4 de febrero, como Diosdado Cabello y otros camaradas, que no solo empuñaron sus armas contra el gobierno de CAP, sino que no se dejan confundir con el brillo de la adulancia y el oportunismo de sectores de la oligarquía venezolana y la oligarquía internacional.
La gloria para Dios.
Segundo Chirinos
Presidente Red de Transporte Socialista
Militante del PSUV